Éxito de crítica y público en la Convención Nacional del PP celebrada el pasado fin de semana en Sevilla. En el hotel Renacimiento, ¿dónde si no? No es imaginable que los organizadores hubieran elegido un lugar marcado por el nombre, como Ocaso, Término, La Hora Final, o algo así, cuando de lo que se trataba era de celebrar el fin de la sequía. Termina, pues, la travesía del desierto.

Al menos para la figura del líder, Mariano Rajoy, que sintió la desafección de algunos notables de su partido, como el ex presidente Aznar, el eurodiputado Mayor Oreja, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, el ex ministro Juan Costa, etc., después de las elecciones generales de 2008 y en vísperas del congreso nacional celebrado en Valencia, donde los actuales dirigentes de la calle Génova iniciaron el despegue del aznarismo. Al socaire de la ventaja alcanzada en los sondeos por el PP, esta Convención Nacional sonó a ensayo general de una inminente recuperación del poder perdido en las elecciones de marzo de 2004. "Ahora que estamos al borde de la victoria..."

De mis apuntes del acto de clausura rescato esa anotación correspondiente al discurso del telonero, Javier Arenas, líder del PP andaluz, como anfitrión de los compañeros llegados de toda España, porque es la que mejor resume el espíritu de un evento político montado a la mayor gloria del "presidente, presidente...", que le sucedió en el uso de la palabra para poner el broche final en el acto del domingo a primera hora de la tarde.

Los ataques al Gobierno tuvieron un perfil deliberadamente suave salvo, tal vez, cuando dijo que el PP va a recibir "la peor herencia institucional, económica y social que haya recibido un gobierno democrático en España". Por lo demás, fue un discurso de altos vuelos. Muy despegado del suelo, quiero decir. Discurso de intangibles de muy difícil rechazo en la genérica formulación de planteamientos o proclamas voluntaristas. Un relato de intangibles de imposible sometimiento al sistema de pesas y medidas que se utiliza en el debate político. A saber: "recuperación nacional", "sed de urnas" "puesta a punto del país para 30 años", "devolver la confianza a los españoles". ¿Quién le va a llevar la contraria sin pasar todo eso por la prueba del contraste con la realidad?