Este latinajo que puede traducirse como “estando así las cosas” me recuerda otro que en su día soltó un conocido político, como diría el caballero de triste figura- “de cuyo nombre no quiero acordarme”, “pacta sunt servanda”. Así debe ser, “lo pactado obliga”, lo pactado y lo prometido, que aquí la gente promete el oro y el moro y, sólo nos van a dejar el moro que, además, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid se quiere quedar con nuestras aguas territoriales canarias.
"Si todas las cosas, como dicen, se han hecho bien ¿por qué estamos tan mal? Esta es la pregunta a la que todos buscan respuesta pero parece que nadie puede encontrar"
Si todas las cosas, como dicen, se han hecho bien ¿por qué estamos tan mal? Esta es la pregunta a la que todos buscan respuesta pero parece que nadie puede encontrar. Quizá la clave de todo este quilombo es la falta de un liderazgo político competente que, en tiempos difíciles se convierte en más necesaria que nunca, ante la decrepitud económica a la que se ha sometido a nuestra sociedad. Medios de comunicación tan prestigiosos como The Guardian o Der Spiegel se apuntan a la demolición, junto a Le Monde, del obelisco a que se ha encaramado el presidente Sánchez, que ha colocado a España a la cabeza de todas los gráficos negativos habidos y por haber de Europa sin atisbo de la mas mínima crítica que apunte, aunque solo sea para la galería, a un acto de contrición o, por lo menos, de vergüenza torera.
Muchos se aventuran a proclamar que estamos asistiendo al siempre socorrido cambio de paradigma, que por cierto nadie sabe cuál es, otros, más osados se aventuran a pronosticar que nos encontramos ante un salto evolutivo de nuestra especie pues, como dice el New York Times los españoles no somos de raza blanca, ¡lo que nos faltaba para el duro! “Todos los estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento”. Nicolás Maquiavelo.
