Después de cuarenta años de paz social, bienestar y progreso, cómo nunca antes habíamos tenido en España, ahora, un gobierno socialcomunista, plantea de forma artificiosa y torticera la disyuntiva entre monarquía o república.
La realidad es que la alternativa esta entre dictadura o democracia. Hay partidos con tics totalitarios que cuando acceden al poder, creen que es para siempre, tratando que nadie más pueda alcanzar al mismo y perpetuarse. La mayoría civil no suele decir lo que piensa , por aquello de que alguien piense que es políticamente incorrecto, por todo lo expuesto, hay que decir alto y bien claro que, el vicepresidente del gobierno de España, y líder de Podemos, quiere acabar con el estado español emanado de la Constitución del 78 utilizando todos los medios que el Estado de derecho pone a su disposición.
La oposición sólo se limita a rebatir o contrarrestar en el Parlamento aquello que por su propia naturaleza va en contra de los intereses de la nación
Por otro lado, tristemente, la oposición sólo se limita a rebatir o contrarrestar en el Parlamento aquello que por su propia naturaleza va en contra de los intereses de la nación, sin darse la menor cuenta que a los antagonistas por un oido les entra y por otro les sale, entre mofas, befas y escarnio.
Recientemente hemos asistido al bochornoso espectáculo de prohibir, por razones inexplicables e inexplicadas , la asistencia del jefe del Estado a Cataluña, a la entrega de despachos de la nueva promoción de jueces. ¿ A cambio de qué? Muy probablemente al apoyo de unos presupuestos pactados con la izquierda independentista.
No sé si esto va a ir a más, no sé si quieren enfrentar a todo un país en aras de un estado comunista que es lo que parece que se esta pergeñando en España, alentado por una serie de personajes irresponsables que han llevado a decir al presidente Gonzalez lo que muchos pensamos.
Esta situación no es broma, es más , estamos ante una deriva de la que nos va a ser muy difícil salir, abriendo nuevas heridas y promoviendo el odio entre hermanos.
Al paso en que vamos pondremos en valor , aquello del silencio de los corderos. Si no espabilamos , tendrán que venir otros desde Europa para poner orden en una España que ya transita hacia un estado fallido.
En definitiva: el mejor argumento contra la democracia es mantener una conversación de cinco minutos con Pablo Iglesias.