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Alfonso González Jerez

Retiro lo escrito

Alfonso González Jerez

Una encuesta

Se rumorea que está a punto de caramelo líquido una encuesta electoral sobre Canarias ejecutada por una empresa demoscópica muy solvente. El estudio se centra en el Parlamento de Canarias y en las capitales insulares y no depara demasiadas sorpresas, salvo una que solo lo es en parte: el crecimiento de Vox. La derecha ultra liderada por Santiago Abascal conseguiría entre tres y cuatro diputados en la Cámara regional, disponiendo de grupo parlamentario propio, y su tendencia es inequívocamente ascendente. Lo mismo ocurre con los ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife: Vox tendría grupo municipal propio en ambas corporaciones y en la segunda podría ser la llave de la gobernabilidad del municipio. Por lo demás: el PSOE seguiría siendo la fuerza más votada, aunque perdería entre dos y cuatro escaños, Coalición Canaria aguantaría en su posición actual, aunque con una ligerísima tendencia a la baja, el Partido Popular sufriría un cataclismo histórico, Nueva Canarias perdería un diputado y Unidas Podemos conseguiría a duras penas mantener tres escaños, los mismos que obtendría de nuevo Casimiro Curbelo. Ciudadanos desaparece o se resignaría a un diputado.

Nada especialmente notable ni ninguna tendencia realmente sorprendente. Lo único relevante son los cambios en la derecha y el centro derecha no nacionalista, fragmentada en tres espacios cuya suma (como en las Cortes) es insuficiente para plantearse una alternativa de gobierno. Su único socio para el éxito podría ser – y tampoco es fácil que dieran los números –Coalición Canaria, y CC no estará jamás en una mayoría gubernamental compartida con VOX. Porque, según los datos de la encuesta, una parte importante de los votos que recibirían hoy los coalicioneros – y algo parecido ocurrió el pasado año – provienen de las zonas más centristas y centradas del Partido Popular, que al parecer mantienen dudas razonables cobre la viabilidad y el acierto del liderazgo de Pablo Casado. También indica la encuesta que es en la provincia oriental – y en particular en Fuerteventura y Lanzarote – donde más perdería el PSOE, que no llega a taponar la vía de agua con los votos de UP que ahora se irían a apoyar la reelección de Ángel Víctor Torres como presidente del Gobierno. Por cierto: la valoración de Torres va bajando. Llegó a su máximo a finales de verano de 2019 y se recuperó de nuevo en los meses posteriores al confinamiento. Ahora va dejándose plumas mes a mes. Los presidentes con buena imagen – una buena imagen más emocional que intelectual, desde luego – no suelen convertirse en los malos de la película. Pasan de disfrutar de amplias simpatías a recibir una lástima profunda y sincera, letal para sus expectativas político-electorales. El presidente Torres puede consolarse con el dato de que ningún líder político canario consigue el aprobado.

Lo más terrible de la encuesta, sin embargo, es la desafección de los ciudadanos respecto al sistema de la democracia representativa. Más de un 30% han decidido no votar en las próximas elecciones autonómicas, lo que no significa, necesariamente que no lo hagan cuando llegue el momento. Pero nadie discute, entre asesores electorales y consultores políticos, que junto al crecimiento de la extrema derecha el desbordamiento de la abstención caracterizaría a unas elecciones celebradas hoy mismo. Y ambos fenómenos – eclosión del populismo ultraderechista y abstencionismo militante -- paradójicamente, están íntimamente interrelacionados.

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