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Elisabeth Cheneau

Observatorio

Elisabeth Cheneau

Salud Mental y enfermería: nuevos desafíos

El papel de la enfermería y el alcance de sus competencias en Salud Mental hoy en día ha sido determinado por los desafíos sociológicos y epidemiológicos de la última década, obligando la administración sanitaria tanto en España como a nivel internacional a reformar su modelo asistencial y establecer nuevas políticas de salud.

En el año 2018 la Organización Mundial de la Salud inicia la campaña Nursing Now instando a los gobiernos en un plazo de dos años a empoderar a las enfermeras en la organización sanitaria para el desarrollo de sus competencias tanto en la asistencia como en puestos de gestión, docencia e investigación.

La evidencia científica del impacto de los profesionales de la Enfermería en la resolución de las situaciones de salud ha sido decisiva a la hora de actualizar las políticas de salud, no solo para afrontar nuevas necesidades sanitarias debidas a los grandes cambios sociales y epidemiológicos de la población, sino también para protagonizar el salto cualitativo que requiere nuestro modelo asistencial para su sostenibilidad. En este contexto y acorde con las líneas estratégicas de EuroHeathnet (El Partenariado Europeo para la Mejora de la Salud, la Equidad y el Bienestar) y los objetivos adoptados por el Ministerio de Sanidad en junio del 2019, la prestación de cuidados debe enfocarse, mas allá de las variables fisiológicas, en la equidad, los determinantes de la salud, y el desarrollo de la colaboración intersectorial. Hoy en día sabemos que los determinantes de la salud son responsables al 60% de la situación de las personas, y como concluyó la Ministra de Sanidad el año pasado “el sistema sanitario no es el principal determinante de la salud. Sin embargo, puede mitigar parte del efecto de otros determinantes en las desigualdades”.

De ahí el papel fundamental de las enfermeras, que a diferencia de otros profesionales y por la especificidad de su misión de cuidar, atienden al paciente a lo largo de su proceso de salud en todas sus necesidades y las 24 horas del día si la situación lo requiere, que sea de noche en caso de ingreso, como de día en el ámbito comunitario, para el desempeño de sus actividades diarias y gestión de una vida saludable. Donde está el paciente, está la enfermera. De ahí el gran conocimiento que tiene de la realidad de los mismos, con sus necesidades y respuestas humanas determinadas en gran parte por su contexto. En el marco de Nursing Now varias estrategias se han propuesto para alcanzar los objetivos marcados, dentro de las cuales destacan: 1) la inversión en contratación y formación de enfermeras para fortalecer las estructuras sanitarias; 2) el empoderamiento de la población, dotándola de conocimientos y habilidades de gestión de la salud, y 3) la promoción del trabajo en el equipo multidisciplinar compartiendo desde la formación, conocimientos, técnicas y habilidades afines a una especialidad.

En el ámbito de la Salud Mental, los cuidados enfermeros que se prestan van dirigidos tanto a la promoción de una Salud Mental positiva, interactuando cada vez más con el sector social y educativo, como a la recuperación de las personas que atraviesan o han atravesado un conflicto, una situación que ha mermado su salud y que requieren de una atención especializada para recobrar un proyecto vital significativo, satisfactorio acorde con su situación clínica.

Para ello, la enfermera especialista en Salud Mental extiende su quehacer profesional en atender todos los factores biológicos, psicológicos y sociales que afectan directamente o indirectamente a la salud de las personas. Así más allá de la administración de tratamientos farmacológicos que se puedan precisar en el curso de una enfermedad y la educación que se dispensa para su manejo, la enfermera acompaña a las personas en el trabajo de elaboración que convoca el padecer de una enfermedad mental ayudándola a superar las dificultades instrumentales, cognitivas y situaciones de crisis que interfieren en el desarrollo optimo de sus actividades diarias. Asimismo y como lo señalan numerosas sociedades científicas, el reto actual consiste en intervenir también en variables sociales que interfieren de modo significativo en el equilibrio de la Salud Mental de la población como la pobreza, la exclusión social, la estigmatización, la vulneración de los derechos humanos.

El logro de estos objetivos se origina sin duda en la excelencia de una formación que el ministerio de sanidad ha querido formalizar en el 2008 a través de su RD 183/2008 con la creación de Unidades Docentes Multiprofesionales, poniendo de manifiesto la importancia de una comunicación interprofesional para garantizar una atención holística.

La apuesta del Ministerio por el desarrollo de las especialidades enfermeras, ha puesto claramente de relieve este año como nunca antes, la valía de un personal altamente cualificado en la lucha contra las pandemias. “Los profesionales de enfermería son la columna vertebral de cualquier sistema de salud. Hoy en día, muchos de ellos se encuentran en primera línea en la batalla contra la Covid-19” (Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la OMS).

Con la Covid 19 y sus efectos colaterales, la salud mental de la población se ha convertido en un serio problema de salud pública no controlado porque no se puede medicalizar ni psiquiatrizar las respuestas emocionales generadas por la pérdida de seres queridos, de trabajo, de vivienda, de libertad por el confinamiento. La pandemia ha reactivado el dilema ético de los poderes públicos, por una parte en cuanto a su movilización para atender y gestionar la precarización social y económica relacionada con la enfermedad, y por otra parte en cuanto a su capacidad de proponer un nuevo modelo de gestión clínica que tome en cuenta los cambios sociales y epidemiológicos que estamos viviendo.

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