A lo largo de los últimos meses, seguíamos con desazón la evolución de la enfermedad a la que combatiste y a la que te enfrentaste con valentía, contando siempre con el apoyo de Inma, tu esposa, y el de todos los que hemos tenido el privilegio de ser amigos personales tuyos.
Hemos formado parte de un grupo de personas que, desde comienzo de los 70 del pasado siglo, 50 años atrás, convencidos de la labor colectiva que debíamos desempeñar para transitar hacia una España democrática, a pesar de los altibajos de dicho recorrido, podemos sentirnos satisfechos de haber adquirido aquel compromiso.
Hoy, te despedimos, con la satisfacción de haber disfrutado de tu amistad y generosidad en estos últimos 50 años. No quedará en el olvido tu activismo en el objetivo de ayudar a configurar un proyecto socialista único para el archipiélago canario, para nuestra comunidad canaria. Tu generosidad se puso de manifiesto con la entrega de centenares y centenares de horas de trabajo en la puesta en marcha y dirección de la Fundación Pedro García Cabrera en la que has dejado una huella de colosal dimensión.
Rechazabas actitudes intelectuales insularistas e insolidarias, promoviste numerosos encuentros de economistas, convencido de que nuestra singularidad debía de ser objeto de un tratamiento diferenciado en política, económica y fiscales. Desde tu responsabilidad en la Consejería de Industria del Gobierno de Canarias, bajo la Presidencia de Jerónimo Saavedra, impulsaste los primeros 5 aerogeneradores que se implantaron en España. Elaboraste el primer Plan Energético para Canarias (PECAN). Fueron múltiples tus actuaciones como Diputado en el Parlamento de Canarias, tus aportaciones en la mejora del Estatuto de Autonomía y tu quehacer desde la Presidencia de la Zona Especial Canaria (ZEC), en coordinación con la Delegación del Gobierno en Canarias.
Has tenido el privilegio de convivir durante toda un vida con esa excepcional compañera y esposa, Inmaculada, con la que no dudes tanto Marina y yo, así como todos los que hemos disfrutado de tu amistad, vamos a seguir recordándote con agrado, y naturalmente con añoranza.
