Considero que no se debe renunciar a ninguna marca para Canarias, nos interesan todas, la de Gran Canaria, la marca España, la marca Europa y todas las marcas que incluyan las islas del archipiélago. Aquí todo suma, no sobra nada y menos en el periodo que nos espera.
Quiero empezar de esta manera para resaltar nuestra vinculación, conveniencia y necesidad de estar cada vez más integrados, más si cabe, en Europa y en el mundo.
Viene todo esto a cuento porque mis amigos británicos consideran la pesca como uno de los asuntos más importantes a dejar muy claro antes de salir de la UE. Ellos tienen un gran conocimiento, como administradores de la Commonwealth, de negocios internacionales, y este sector lo consideran imprescindible. Está claro que quieren dejar la pesca bien atada antes de irse.
Cuando España y Portugal se integraron en UE de aquel tiempo, le endosaron a sus nuevos socios un nuevo problema: la pesca. No había Consejería para estos asuntos y fue creada a partir de ambas integraciones, ya que venían acompañadas de un nuevo sector inexistente en el grupo europeísta hasta este momento. Además, se tomó la mala idea de colocar al frente de la misma a una ecologista griega, que tenía más intereses en hacer desaparecer el sector que regularizarlo, María Damanakis.
Saben los ingleses que esto de la pesca se lía en Europa y lo van a aprovechar muy bien para pescar en mar revuelto, y es muy posible que Canarias, una vez más, no sepa sacarle partido a esta oportunidad. Lo que para Europa es un problema, para algún país soberano es una buena entrada de dividendos.
Canarias fue siempre la base de pesca del Atlántico, donde todas las flotas de todos los países del mundo establecían su base de operaciones, pero esto no se negoció bien en nuestra entrada en la UE. Por ello hemos ido perdiendo nuestra situación estratégica, –y menos mal que, de momento, no hemos perdido la potencia logística– en favor de los países africanos, por la intermediación de las negociaciones que Europa ha hecho en nuestro nombre.
Ya no somos la base pesquera del Atlántico,
Los empresarios portuarios y los políticos no debemos seguir dejando en las manos de Europa estas negociaciones, somos un país soberano, somos vecinos de esos países, somos empresarios y tenemos un puerto muy bien preparado y necesitado de esta actividad. Tenemos mucho que aportar en esa negociaciones.
Copiémonos de los ingleses, y ya que ellos quieren negociar bien antes de la salida, a nosotros nos interesa negociar igual de bien para mejorar nuestra continuidad. Canarias debe exigir su representatividad y participación en las negociaciones de los acuerdos pesqueros entre Europa y los países vecinos.
Seguimos a pie de muelle.