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Hestia Ignis Team: equipo de eSport y proyecto socioeducativo

Parecía que estábamos solos. Hablar de determinados e-sports como League of Legends (conocido también como LOL) era en ocasiones como hablar de una afición un tanto extraña, casi vergonzante. Tampoco ayudaba el hecho de que los eventos y torneos de juego estuvieran fuera de la cobertura mediática, pese a la cantidad de personas que compartían este modo de entretenimiento que, en algunos casos, era también un modo de vida en el que se llegaban a trabar muchas relaciones de amistad. Pero todo esto fue hasta que Imagine Dragons, el grupo pop rock de moda allá por 2014, sacó de sus escondrijos a todas las personas amantes de League of Legends en la presentación de los Worlds, el mundial de dicho juego. Felicidades, invocadores e invocadoras, por fin tenemos un himno, y ese himno se llama “Warriors” (guerreros). Este himno no es bélico, no habla de cortar cabezas, ni de humillar al rival, lo cual es extraño tratándose de un himno para jugadoras y jugadores de videojuegos (nótese aquí la ironía). La letra de Warriors habla de orgullo, trabajo, superación y lucha, en el sentido más estrictamente deportivo, que es el de hacer un esfuerzo personal para ser el mejor. Seis años después, League of Legends ha evolucionado enormemente como juego y como entidad, prácticamente a la par que su comunidad, ahora gigantesca en comparación con la que había en sus inicios. El propio juego, este 2020, estrenaba nueva temporada con un espectacular videoclip versionando aquel tema de Imagine Dragons, un mensaje que parecía querer decir “fíjate cómo hemos crecido”.

Esta evolución de los videojuegos se aprecia en muchas esferas de la sociedad, inclusive en los numerosos artículos científicos que señalan el potencial educativo de los e-sports desmintiendo los riesgos que estos supuestamente entrañaban. Nada más lejos de la realidad, pues entre sus beneficios se encuentra el fomento de las competencias sociales y cívicas o el desarrollo de funciones ejecutivas tales como la memoria de trabajo, la toma de decisiones, la planificación, el control de los impulsos y la capacidad de realizar varias tareas a la vez.

Y precisamente porque confiamos en el valor socioeducativo de los e-sports, desde la Asociación Hestia, de la cual formo parte, podemos anunciar el nacimiento de nuestro propio equipo: Hestia Ignis Team. ¿Se imaginan que hace seis años una asociación que trabaja en el ámbito de la investigación y la intervención familiar, psicoeducativa y social formara un equipo de League of Legends? Probablemente no, sobre todo porque no se hubiese entendido qué tiene que ver una asociación sin ánimo de lucro con un videojuego.

No obstante, la clave de esta relación está en que Hestia Ignis Team no es solo un equipo de League of Legends: es un proyecto socioeducativo. Por supuesto, como todo equipo que se precie, uno de los objetivos principales de nuestros cinco representantes es competir y tratar de hacerlo lo mejor posible para ganar. Hablamos de un e-sport y el escenario competitivo es fundamental para el desarrollo y la motivación del equipo, por lo que el entrenamiento, la compenetración y el afán de mejorar deben estar siempre presentes. No por casualidad hemos contado para ello con cuatro chicos y una chica cuyo nivel en el juego es bien alto. Ahora bien, de nada nos hubiera servido que la formación tuviese talento sin talante, algo incompatible en nuestro proyecto. Porque el otro gran objetivo del equipo es servir de referente para los chicos y las chicas que están en sus casas jugando a LOL o a otro e-sport y quieren dedicarse a ello como una posible vía profesional. Por este motivo nuestro plantel cuenta con personas que tienen o están cursando un Grado, e incluso un capitán que es ingeniero y está haciendo un Máster. Queremos enviar con ello un mensaje claro: jugar de manera profesional o semiprofesional debe ser compatible con el desarrollo formativo.

Por supuesto, también consideramos que es capital involucrar a las familias en el proyecto, que madres y padres descubran que esta es una alternativa más de ocio digital en familia, tan divertida como educativa, que puede servir para mejorar tanto los vínculos familiares como la supervisión parental (es mucho más fácil supervisar si se conoce aquello que se supervisa). Asimismo, nos preocupan los estilos de vida saludables y, por tanto, fomentamos la práctica de ejercicio físico y buenos hábitos nutricionales en contra de esa idea del gamer sedentario que toma bebidas azucaradas y comida basura.

Ahora lo que corresponde es transformar esta euforia iniciática con cautela y no perder de vista que el proyecto cobrará todo su sentido en el momento en que estos gamers se vuelvan auténticos referentes y eduquen con el ejemplo, enseñando que valores como la deportividad, el compañerismo, la paciencia, la tolerancia o el respeto, no solo son necesarios para crecer como personas, sino que también ganan partidas.

Estamos en fechas que nos invitan a desear, tener más ilusión de la normal y pensar en propósitos para el año que viene. En el caso de Hesta Ignis Team, lo que más deseamos es que su andadura comience de la mejor manera posible, aunque tenga que hacerlo desde la liga o posición más humilde que haya. Sobre todo, deseamos que este proyecto contribuya a crear una base de equipos que hagan crecer este y otros deportes electrónicos, con todo su potencial inclusivo y educativo.

Decía la canción de Imagine Dragons: “aquí estamos, somos los guerreros que construyeron esta ciudad desde el polvo”. Y con este verso como himno, solo puedo decir que ojalá sigamos construyendo. De momento… aquí estamos.

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