DCon la vuelta a las aulas la educación ha tenido que ser modificada debido a la situación de pandemia que vivimos. Distanciamiento, mascarilla, gel, ventilación... Todas las asignaturas han sufrido las adaptaciones necesarias para evitar contagios, y entre ellas, la que más ha dependido de esta situación sobrevenida, es la Educación Física. Esto se debe a que siempre ha sido importante el trabajo en equipo y las situaciones motrices colectivas en las clases donde hay deporte, movimiento. Actividades que permitían a los alumnos estar en contacto directo con sus compañeros, cooperando y resolviendo tareas en grupo. Ahora tenemos que realizar los ejercicios con distancia de seguridad, sin el tradicional pase de balones, aros o picas, entre otros.

El uso de los videojuegos como recurso didáctico se presenta entonces como una alternativa válida, útil y eficaz a la enseñanza de la Educación Física en pandemia. Esta cuestión ya se planteaba antes del coronavirus. Dentro de las famosas TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación) en Educación Física, se podían usar los juegos electrónicos siempre fomentando hábitos saludables y utilizándolos como un medio de aprendizaje. Ahora en situación de pandemia y con distanciamiento, los videojuegos pueden ser una gran herramienta para los profesores. Está claro que, si se quiere utilizar los videojuegos como material curricular, requiere otro tipo de materiales, un enfoque pedagógico donde se analice su utilidad educativa y tener claros sus objetivos. El videojuego, eso sí, no debe sustituir al profesor, sino ayudarle a trasladar al alumnado a un contexto histórico, deportivo, sociocultural o geológico simulado para trabajar en la compresión de qué hacer, cómo hacer y por qué hacer una acción con el fin de solucionar un problema.

Investigadores de la Universidad de Alcalá de Henares como (Del Castillo et al. 2012) utilizaban videojuegos deportivos (FIFA y NBA) en clase y mostraron cómo el alumnado aprendía las normas básicas de funcionamiento del propio videojuego y del reglamento del deporte que simulaban (Gómez, Molina & Devis 2018). Este sistema permitiría tratar contenidos relativos a la Educación Física virtualmente, con el objetivo didáctico de conocer el reglamento de ese deporte, aprender sobre la táctica o técnica de un gesto deportivo, tipos de entrenamientos, etc. Otro de los estudios que se han realizado desde el INEFC por parte de Carles González y Mercè Mateu junto con la doctora en música Eulàlia Febrer y el doctor Miguelo Betancor ha sido sobre intervenciones en sesiones de Educación Física aplicando el Fortnite y aprovechando la coreografía de sus bailes en las sesiones de expresión corporal, lo cual puede ser un recurso que genere interés en el alumnado y le motive a participar y aprender.

Ejemplos claros de cómo utilizar los videojuegos en Educación Física serían el Sports Party para Nintendo Switch o Wii Sports, para practicar Golf, skateboarding, baloncesto, o tenis, o videojuegos de bailes como las sagas Just Dance o Dance Dance Revolution que podrían encajar en los contenidos de danza y expresión corporal. Herramientas que nos ayudan a realizar ejercicio en clase de una manera diferente, utilizando las TIC como un recurso motivador y que nos brinda muchas posibilidades a la hora de enseñar a los alumnos. Igualmente, permite la práctica de deportes y actividades siempre con distancia e incluso de manera online con compañeros en caso de confinamiento.

Otra característica a tener en cuenta es que, con los videojuegos activos, o en inglés llamados exergames, como los nombrados anteriormente, podemos llevar a cabo una clase con una actividad física considerable, donde aumenta el gasto energético y la frecuencia cardíaca, contribuyendo a la buena forma física de los alumnos (Unnithan et al. 2006). También dejaría a un lado el prejuicio de que los videojuegos siempre son sedentarios y no nos pueden ayudar a conseguir un estilo de vida saludable.

Los videojuegos, como vemos, pueden ser un instrumento adecuado para la docencia en tiempos de pandemia. Tiempos en los que convivimos con la tecnología todos los días… por ello, debemos apostar por una enseñanza acorde al siglo en el que vivimos, donde la tecnología y la Educación Física son compatibles, nos permiten mejorar y avanzar hacia un futuro mejor, manteniendo el trabajo en equipo y las oportunidades para evolucionar en el mundo del deporte.

Si aprovechamos la oportunidad de aprender con lo digital y no lo demonizamos, nuestros alumnos conocerán el buen uso de las tecnologías, sabrán como aprovecharlas en beneficio de la salud, el aprendizaje, la diversión y evitarán malos hábitos como la falta de actividad física, mala alimentación y el sedentarismo.