Con la llegada del nuevo Obispo a la Diócesis de Canarias, Monseñor José Mazuelos, tras la Jubilación del Obispo Cases Andreu, parece que se van dando pequeños cambios en la iglesia oriental. Desde el comienzo, el señor Obispo se ha ido rodeando de un clero joven, formado y con unas ideas bastante progresistas a mi modo de ver. El nuevo Vicario general, Cristóbal Déniz, nombrado recientemente, es Doctor en Teología Moral por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, canónigo de la catedral de Santa Ana, miembro del Consejo Episcopal de la Diócesis y subdirector del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias. Tiene una amplia experiencia en distintas parroquias de la isla, en una de ellas, Tamaraceite, donde demostró su valía, su capacidad de gestión y su gran formación. Y no solo eso, sino su calidad humana, a pesar de que le tocó afrontar distintas tareas que no fueron manjar apetecible, y él y yo sabemos de lo que hablamos. Publicó su tesis en el año 2009, titulada El bien común: ¿un paradigma de la política hoy? Una tesis que versó sobre la construcción del bien común en la sociedad pluralista contemporánea y cómo se van dando modelos integradores y respetuosos con las distintas sensibilidades. 

 

Tuve la oportunidad de conocerlo y trabajar con él no solo en la Parroquia de Tamaraceite sino tiempo atrás, desde la coordinadora de Pastoral Juvenil de la Diócesis, hace unos años ya, cuando recién nombrado sacerdote continuaba formándose. Una época de Pastoral Juvenil en la que había mucha participación y donde recordamos todavía con mucha satisfacción aquellos encuentros insulares con el Obispo Ramón Echarren.

 

Desde esa época Cristóbal Déniz ha sido una persona muy interesada en analizar la vida política canaria y española y les aseguro que sin decantarse por partido alguno, es capaz de dar en la diana con sus pronósticos electorales. ES un sacerdote de los nuevos tiempos, que vive y trabaja por mejorar la sociedad pero también por descubrir y analizar todas las corrientes políticas y cuáles pueden llegar a ser un verdadero paradigma del bien común para esta sociedad.

Una iglesia en distintos foros sociales

 

Necesitamos a un clero que esté en el mundo pero también necesitamos cada vez más a laicos que adquieran responsabilidades, sobre todo ante la ausencia de “pastores” por no ofrecer ningún atractivo a esta sociedad moderna. Necesitamos a una Iglesia canaria que se implique más en distintos foros sociales, que esté presente en la sociedad canaria y que no sea un simple lugar de culto y de reparto de sacramentos a la carta. La Iglesia es algo más, y eso es lo que esperamos los católicos canarios de esta nueva Iglesia que, renovándose, parece que empieza a dar pasos de un nuevo estilo. La Iglesia canaria tiene y debe de dar un paso al frente, y con ello todos los que nos sentimos juez y parte de la misma, para lograr cambiar esta sociedad con falta de libertad y tolerancia. 

 

Por ello es momento para la corresponsabilidad, y de esto también habla nuestro nuevo vicario general en su tesis doctoral, donde apunta por unas relaciones sociales tejidas por la corresponsabilidad ante los otros, siendo nuestras vidas y necesidades objetos del bien común. Esto no es nada más y nada menos que la necesidad que tenemos de una Iglesia que se postule ante los grandes paradigmas de esta sociedad y que podamos ser una Iglesia más fuerte, más unida y sobre todo un referente para la sociedad al estilo de Jesús.

 

No me queda más que felicitar al nuevo Vicario general y a nuestro Obispo por su elección. Conociéndolo sé que será un reto muy importante en su vida, que realizará con el cariño, la lealtad y la profesionalidad que siempre le ha caracterizado, pero sobre todo con la enorme humanidad que brota por su piel valsequillera.