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Manolo Ojeda

Cartas a Gregorio

Manolo Ojeda

“Marcianita”

Querido amigo, el “Perseverancia”, un vehículo lanzado al espacio el 30 de julio del año pasado, se posó en Marte el 18 de febrero de este año y ha enviado unas estupendas fotos en color del planeta.

Las imágenes, que son espectaculares, me han hecho recordar la canción “Marcianita” que en 1959 cantaba el argentino Billy Cafaro (Palermo, Argentina, 1936).

Como recordarás, la canción se hizo muy famosa en aquellos años, y lo sorprendente es que la letra contaba que los hombres de ciencia aseguraban que en 10 años llegaríamos a Marte donde el cantante esperaba encontrar a su amada, para concluir diciendo: “Y en el año 70 felices seremos los dos”

Billy Cafaro tiene ahora 84 años y, cuando cantó esta canción, no podía imaginar que pasarían más de 62 años para que pudiésemos ver estas imágenes del planeta rojo.

Cafaro tiene una larga historia y en su biografía cuentan que desde muy pequeño dio muestras de un gran talento musical y que cuando terminó sus estudios primarios se puso a estudiar violín. Pero sus padres, de modesta condición, lo inscribieron en una escuela industrial pensando que con la música no se podría ganar la vida.

No tuvo más remedio, entonces, que, en contra de su voluntad, ponerse a estudiar matemáticas. Hasta que un día se escapó y se fue a recorrer mundo, pero las autoridades lo detuvieron cuando pretendía cruzar la frontera sin documentación, y lo devolvieron a su domicilio.

No obstante, y a pesar de tener que trabajar para ganarse el sustento, consiguió cantar en un programa de radio en 1958, y desde ese momento inició su carrera de intérprete no exenta de polémicas y altibajos, pero que en España tuvo grandes éxitos como “Marcianita”, “Pity-Pity” o “Criminal tango”, canción que los argentinos consideraron un ataque a la esencia de su música más tradicional.

Se diría, Gregorio, que la vida de este personaje se parece mucho a la de otros sudamericanos, que intentan ganarse la vida más allá de sus fronteras donde puedan valorar mejor sus posibilidades artísticas.

Ya pensaba él que tendría que ser el primer pasajero para ir a donde encontrar la felicidad en el amor de una marcianita, aunque mucho me temo que, ni esperando 70 o muchos años más, fuera a lograr lo que tanto había soñado, como poder pasear por el cielo hablando de amor…

Pero todo es cuestión de “Perseverancia”, aptitud que siempre ha demostrado tener nuestro querido y admirado cantante.

Es curioso ver lo que cambian las cosas, Gregorio, pensando en cómo es posible que aquel futuro con el que soñábamos, se haya quedado en el pasado, en el recuerdo lleno de nostalgia que nos evoca esta canción.

Me gustaría regresar al futuro que nos prometía Billy Cafaro en su canción, y volver a soñar que otro mundo es posible… y no me importa que la marcianita sea blanca o negra, espigada, pequeña o gordita…

Un abrazo, amigo, y hasta el martes que viene.

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