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Xavier Carmaniu Mainadé

Entender + CON LA HISTORIA

Xavier Carmaniu Mainadé

¿Por qué existe Andorra?

Hoy se celebra la 27ª Cumbre Iberoamericana. El lugar elegido para la reunión es Andorra, un país del que a menudo se habla sin que sepamos prácticamente nada de su historia. 

Teniendo en cuenta la voraz trayectoria expansiva de Francia y España, es sorprendente que un pequeño país como el Principado de Andorra haya preservado su independencia a pesar de los reyes, las guerras y las revoluciones habidas y por haber desde el siglo IX. Efectivamente, Andorra hace 12 siglos que existe.

No cometeremos la imprudencia de explicar toda su historia, pero sí procuraremos ayudar a entender sus orígenes. Para empezar, cualquier aproximación histórica a un territorio hace necesario borrar tanto las estructuras de poder del presente como las fronteras actuales. Estas líneas dibujadas por los humanos en los mapas son mucho más movedizas de lo que nos hacen creer. El Pirineo es un buen ejemplo. Ahora aquellas montañas parecen una frontera “natural” pero en realidad esta idea tiene poco más de 300 años. Antes, tal y como demostró el historiador Pierre Vilar, el Pirineo no separaba sino que unía, era punto de encuentro y de intercambio.

Basta repasar el mapa de la famosa Marca Hispánica diseñada en el siglo IX por el Imperio carolingio con el fin de frenar los ataques sarracenos. Desde el Atlántico hasta el Mediterráneo, se organizó aquel territorio en pequeñas porciones llamadas condados, pero los condes no eran los únicos que mandaban. También había señores eclesiásticos que gobernaban un área más o menos grande desde un monasterio o una sede episcopal. Es importante recordar que la organización de la propiedad también era diferente a la que tenemos ahora. Y eso explica que el rey carolingio Carlos el Calvo diera la actual Andorra al conde de Urgell y de Cerdanya. Era el 843 y se iniciaba lo que los historiadores llaman la Andorra condal, que duró hasta que, en 1133, el obispo Pere Berenguer compró el señorío.

El problema de esa etapa episcopal es que los andorranos tenían más protegida el alma que el cuerpo. Entonces el Pirineo no era este lugar idílico donde esquiar, hacer excursionismo o comprar queso. Era escenario de batallas y disputas por el dominio territorial entre gente que tenía facilidad para desenvainar la espada. Por eso el obispo pidió ayuda a diferentes nobles para defender los valles, entre ellos los de la casa de Foix y de Foix-Bearn.

La relación entre el obispado de Urgell y los Foix se fue enrareciendo y acabaron tirándose los trastos a la cabeza. Finalmente en 1278 firmaron un acuerdo, que fue ampliado a los 10 años. Estos pactos que implicaban una señoría laica y una eclesiástica se llamaban pariatges. Eran habituales durante la Edad Media pero ninguno tuvo la trascendencia de los firmados en Andorra. Aquellos documentos garantizaron la independencia del territorio desde entonces y hasta nuestros días. Y eso que la situación aún se complicó un poco más cuando los Foix se emparentaron con la casa real de Navarra. Sin embargo, el embrollo no terminó allí. Todavía faltaba un último giro de guion: en 1589, Enrique III de Navarra y copríncipe de Andorra fue coronado rey de Francia (es el autor de la célebre frase “París vale una misa”, pero eso ya lo explicaremos otro día).

Esto explica que ahora el presidente de la República francesa sea uno de los dos jefes de Estado andorranos. El otro sigue siendo el obispo de Urgell, un cargo que en la Edad Media escogía la Corona de Aragón y después de Fernando el Católico, era elegido por sus descendientes, empezando por Carlos V. Así pues, los andorranos quedaban a merced de los dos tronos, pero seguramente esto ayudó a mantener su independencia porque siempre había otras zonas más conflictivas. Además, tampoco era mala idea tener un espacio neutral donde comerciar y pasar mercancías en momentos complicados.

Poco a poco los habitantes del principado fueron tomando conciencia de la necesidad de gobernarse ellos mismos. En 1881, por ejemplo, se produjo un primer movimiento llamado “Andorra administrada por los andorranos”, considerado un hito histórico de aquel país que mantiene sus peculiaridades y la habilidad de adaptarse a las circunstancias de cada época.

Idioma

El catalán, lengua oficial 

La Constitución de 1993 reconoce el catalán como la lengua oficial del país. Por eso, cuando el Principado de Andorra se incorporó a la Organización de las Naciones Unidas, el presidente Òscar Ribas Reig la utilizó durante el discurso de ingreso. Fue la primera vez que se habló catalán de manera oficial en una sesión plenaria en la sede de la ONU.

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