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Xavier Carmaniu Mainadé

Entender + CON LA HISTORIA

Xavier Carmaniu Mainadé

Pioneras del ecologismo

La historia del movimiento ecologista no escapa del sesgo de género, y algunas de sus primeras impulsoras han quedado en un segundo plano en la versión oficial.

Este fin de semana se celebra el Día de la Madre, una de esas jornadas donde la cuestión de los roles que la sociedad atribuye a los géneros se vuelve a poner sobre la mesa. Durante muchas generaciones se ha transmitido la idea de que la máxima realización de una mujer deberían ser el matrimonio y la maternidad, como si la parte profesional e intelectual le fueran ajenas. Esto ha hecho que las que se han atrevido a hacer su propio camino hayan sido sistemáticamente silenciadas. En este espacio lo hemos demostrado al hablar de personajes como Olympe de Gouges, Ada Lovelace, Nettie Honeyball, Isabel Barreto y tantas otras...

Hace unos días, en el artículo dedicado al origen del término ecología, algunas personas a través de las redes sociales hicieron notar la ausencia en el texto de algunas investigadoras destacables en ese campo. Tuvieron la amabilidad de enviarme el artículo que Sandra Saura Mas, profesora de la UAB, había publicado el 8 de marzo en el blog del prestigioso Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) sobre el papel de la química Ellen Swallow en los primeros pasos de esa disciplina.

Swallow, nacida en 1842, fue la primera mujer admitida en el famoso MIT de Massachussetts, aquel centro universitario americano del que tanto se habla en los últimos tiempos. Allí se dedicó al estudio de la contaminación del agua y durante su investigación tuvo conocimiento de que en Alemania el zoólogo Haeckel había creado el término ecología. Después de contactar con él para tener permiso para utilizarlo, hizo su propia aportación, según la cual, la ecología sería la ciencia de las condiciones sociales y ambientales propicias para el bienestar humano. Sin embargo, el mundo académico terminó optando por otro tipo de definición centrada en el estudio de la vida animal y vegetal; y excluyendo la idea de que la especie humana pudiera formar parte del ecosistema.

Según los biólogos Dyball y Carslon citados por la profesora Saura, la propuesta de la química del MIT no fue tenida en cuenta por dos razones. La primera porque era la única mujer en un mundo de hombres y, segunda, porque su visión tenía una base ética. Swallow ponía en el centro del debate a las personas desfavorecidas y reclamaba llevar a cabo acciones para mejorar su situación. En cambio, la ciencia de la época era partidaria de no intervenir, solo observar y describir los procesos que se producían. Desde el punto de vista de la historia, también se puede añadir otro aspecto: en la época de Swallow el mundo occidental vivía inmerso en la revolución industrial, un periodo en el que se veía la capacidad del ser humano para crear máquinas como la culminación evolutiva. Lo industrial y tecnológico era el progreso. La naturaleza solo era algo útil si se extraían recursos de ella.

Con el paso del tiempo se ha visto que la aproximación a la cuestión ambiental hecha por la científica americana tenía mucho sentido. De hecho, los expertos ahora ya hablan del concepto One health, es decir, una sola salud interconectada que implica los ecosistemas y los seres vivos que los habitan. Las personas también, porque todo va ligado.

La obsesión por la explotación medioambiental hace que la especie humana utilice métodos que a la larga resultan nefastos, como los pesticidas. En este caso también fue una mujer la pionera en denunciar las negativas consecuencias que tenía para el entorno y la salud humana el uso de determinados productos químicos, especialmente el DDT. Se llamaba Rachel Carson, era bióloga marina y durante la década de 1950 fue muy famosa en EEUU por sus libros divulgativos. Sin embargo, su gran obra fue La primavera silenciosa, de 1962. Ese poético título era para explicar que los pájaros estaban muriendo envenenados por culpa de los potentes productos antiplagas. Inmediatamente las empresas del sector iniciaron una campaña de desprestigio contra Carson, basada en ataques personales y desacreditándola por el simple hecho de ser mujer. Pero eso no la detuvo y logró concienciar a la sociedad americana. Finalmente, en 1972, EEUU prohibió la utilización del DDT.

Mujeres 

Dos movimientos vinculados 

En 1974, la escritora Françoise de Eaubonne creó el concepto ‘ecofeminismo’ para vincular dos movimientos que parecían seguir caminos diferentes. En realidad había mujeres como Ellen Swallow y Rachel Carson que hacía tiempo que trabajaban en una dirección que, con el paso de los años, solo ha hecho que crecer gracias a una mayor concienciación social.

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