La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernando Canellada

Azul atlántico

Fernando Canellada

Mazuelos empieza con la muerte digna

José Mazuelos, obispo de Canarias desde octubre de 2020, pronunció ayer su primera homilía en la fiesta de la Virgen del Pino. A diferencia de otras de sus intervenciones programáticas, como suelen ser algunas ceremonias en la catedral de Santa Ana en Semana Santa, sus palabras en Teror fueron leídas, reposadas, por tanto, y sacadas de la misma vida y de su propia experiencia. Mazuelos se caracteriza por sus breves intervenciones. Y ya saben que breve y bueno, como dejó dicho el jesuita Gracián, resulta dos veces bueno. Por tanto, al presentarse en el presbiterio de la basílica con unos folios y quitar la mascarilla para leer con comodidad, provocó en su audiencia una sensación más de alivio que de amenaza.

Mazuelos ofreció su lección mariana en el cumpleaños de la Virgen con el rostro de Nuestra Señora del Pino, una madre inseparable de su hijo que «llama a la esperanza» siempre. También en pandemia.

Lejos de imposiciones doctrinales, el obispo de Canarias no se manifestó «contra» nada ni repartió mandobles con el báculo. No es de ese tipo de monseñores el nuevo vecino de Vegueta. Todo lo contrario, hizo un canto a la libertad de una muerte digna en tiempos del covid. Habló con el corazón de la reciente pérdida de su madre. Alzó la voz para que todos «puedan morir dignamente» y reivindicó los cuidados palitativos, la ayuda a las familias y el acompañamiento de enfermos y mayores, sin que el coronavirus se utilice como coartada para hacer más penoso el trance final.

Mazuelos, médico antes que obispo, ha podido acompañar a su madre en el trance final en su hogar sevillano con cuidados en cuerpo y alma. No todas las familias pueden decir lo mismo. Quien más y quien menos ha experimentado el miedo, el desamparo, la fragilidad, las restricciones y la tensión. El sistema hace más penosa la enfermedad e incrementa las cargas de los más vulnerables. Mazuelo reivindica libertad y cuidados paliativos, todo un programa para un obispo que defiende la vida.

Compartir el artículo

stats