La Naturaliza, la diversidad geográfica, el clima, el paisaje, el ecosistema, ¡No perdonan!
El experimento inventado para transformar nuestro patrimonio natural en obras faraónicas de alto calibre, encubren hacer desaparecer el hábitat tradicional de nuestro pueblo.
Con este destrozo se demuestra que las fuerzas que ejercen el poder trabajan a destajo para las multinacionales, ansiosas de dominar el territorio en toda su amplitud.
Tenemos que respetar, cuidar y proteger el entorno, nuestro acervo cultural que está languideciendo.
Desaparece la agricultura, la ganadería, nuestro medio de vida de primordial necesidad.
Hay que solucionar problemas cercanos a la población más vulnerable, facilitando dentro de un control a la juventud terrenos baldíos y en desuso para plantaciones comestibles y activar las cuadrillas de camineros quienes vigilaban, cuidaban y repoblaban el entorno público.
Es urgente erradicar en profundidad la expansión de plantas y animales invasores foráneas en lugar de hacer inversiones en proyectos extraterrestres. No se puede destruir un paisaje virgen.
Nuestra isla salvajemente está deteriorada. Todo se encuentra en precario tanto en la capital como en los municipios predomina el abandono, la ruina, la desidia, el hambre, etc., etc.
Hay que dar ejemplo y obrar con honestidad y justicia.
