La ruta del deporte tradicional bajo los parámetros de una sociedad digital posmoderna romperá las barreras tradicionales, de las que ya algunos empiezan sentir nostalgia, para ir incorporando los avances tecnológicos en la mejora del rendimiento de los deportistas. Y para definir nuevas formas de jugar. Hoy, los propios clubes deportivos ya organizan sus competiciones esports, las federaciones internacionales expanden su marca con campeonatos mundiales (FIFA, FIBA, FIA, FAI, UCI) o las ligas profesionales como la NBA se adentran cada vez más en esta concepción digital.
Instituciones deportivas como el Comité Olímpico Internacional indicará en su estrategia 2020+5 las recomendaciones del uso del espacio digital y virtual para promover el Movimiento Olímpico, ya que como bien dijo su presidente, Thomas Bach, “debemos liderar el cambio y no que el cambio nos lidere”.
En España, durante la pandemia de la Covid-19 el colectivo que agrupa a asociaciones de federaciones deportivas de varias comunidades presentaron el Plan Marshall del Deporte, iniciativa con 27 actuaciones en ámbitos de digitalización, fiscalidad, ocupación y financiación para ayudar al deporte a «transformarse» y «sobrevivir» ante los perjuicios que ha sufrido por la crisis del coronavirus. En su propuesta de digitalización deja claro la apuesta por los esports. “Reconocer la práctica digital de videojuegos como disciplina deportiva de la modalidad correspondiente a la cual se dedica”, es el enunciado clave.
Por otra parte, los drones toman más presencia y relevancia en nuestra sociedad con una amplitud de usos en sectores como el audiovisual, la salud, la agricultura, la extinción de incendios, la educación o la comunicación, con el papel crucial que han jugado en la cobertura mediática en estos días de la erupción volcánica de la Palma.
Desde el ámbito educativo, su aprendizaje comporta una mirada transversal (que abarca la física, la programación, la educación física, el deporte o incluso el arte). Ya en países como Estados Unidos , Corea del Sur o China se llevan a cabo programas educativos en las escuelas y universidades que incluyen competiciones deportivas como el fútbol con drones (que desarrolla la US Drone Soccer).
Desde nuestro sistema educativo se podrían cubrir así competencias claves como la Digital (CD), la de Aprender a Aprender (AA) donde jugando con los drones aprendes su ecosistema, o la del Sentido Iniciativa y Espíritu Emprendedor (SIEE) ya que facilita habilidades como la creatividad, la capacidad para asumir riesgos y despertar espíritu emprendedor. La máquina y el humano se unen para fomentar un nuevo futuro profesional. Una nueva narrativa digital pero humanizada. La tecnología al servicio de las personas y no el humano como un esclavo tecnológico.
El dron deportivo abre la mente a nuevas versiones como el e-drone, que se maneja con aplicaciones de realidad virtual (para gafas VR, en concreto) o que simplemente funciona como multiplay de simuladores.
Este año se ha celebrado el Primer torneo online inter-universitario donde se enfrentaron los mejores pilotos de las universidades pioneras en la tecnología dron en un escenario totalmente virtual. En este punto hay que aludir al Drone UPV: un grupo formado por estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia que busca acercar la tecnología drone a la sociedad estudiantil, llevando a cabo diversas actividades como la organización de eventos, llevar a cabo proyectos tecnológicos o transmitir conocimientos a través de su Academy. La Universidad compagina el conocimiento y el juego conectándose con la realidad social más allá del diseño de planes estratégicos formales que no ponen en valor la experiencia de los alumnos.
Entre sus actividades organizan el Dron Racing e-Sport, las carreras de drones en formato online donde pretenden potenciar las habilidades de pilotaje, atraer talento y generar una competición digital deportiva (esport).
También hay que mencionar el simulador de la Drone Racing League, disponible para la mayor parte de consolas y para ordenador, y que tiene una clasificación PEGI 3 (Pan European Game Information) y se considera adecuado para todas las edades.
Otras competiciones avanzan en el mismo sentido. Las carreras de FPV (First Person View), ofrecen la experiencia de pilotar en modo subjetivo o primera persona. En este caso, los pilotos necesitan tener un dron con cámara. Los competidores usan gafas de realidad aumentada que les dan una transmisión en vivo que es capturada por el dron. Y los espectadores ven en sus pantallas la visión de cada piloto. En casa, vía online, o en el mismo recinto, normalmente en una audiencia cada vez más multitudinaria. Este deporte une lo físico con lo virtual, y dará paso a nuevas modalidades en un futuro.
Los humanos inventaron la bicicleta y la hicieron deporte, al igual que ocurriría con el coche o la moto y en un futuro con los patinetes eléctricos que ya organizan eventos como la eSKootr Championship. El dron es otro invento humano que en la actualidad se ha deportivizado. Si el deporte es cultura, al igual que los videojuegos (quien no haya asimilado esto ya urge que se ponga al día), todos los avances digitales quedarán ludificados como un medio de participación, diversión, competición y educación.
El futuro no se imagina sino se construye desde ya.
