La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Reflexión

El tiempo eruptivo

El tiempo se hace largo. El dia a día en el Paso es bastante insolente, muy duro, con unas cenizas abrumadoras y una atmósfera embotellada. En los LLanos de Áridane, las caras de mis paisanos son como los cuadros claroscuros de la aflicción del pintor Alberto Durero. Mirada caída, ceños fruncidos, que rompen la estrechez de cualquier aliento. En Tazacorte, algo mejor ahora.

Es tiempo de estar en casa. Muchos encerrados, como si fuese un parque masificado. Después de tantos días, todo se ha vuelto cansino, un día igual al otro. A veces a peor. Todo parece irremediable, una repetición del día anterior. Los niños y las niñas estudiando online. La violencia de género, según la oficialidad, ha aumentado sensiblemente.

El tiempo de las ayudas también va lento. Mucho mareo de cifras, y la entrega va lenta. Se calcula que unos trescientos paisanos están madurando la decisiòn de trasladarse a vivir a otro lugar. Será razonable que los adultos mas jóvenes y con mas recursos, proyecten sus próximos años en otra isla. El tiempo no se puede parar para las generaciones mas jóvenes. Tienen que seguir. Las personas de edad avanzada, no tienen fuerza para iniciar un nuevo proyecto vital en otro lugar, y espero que su sabiduría no se llene de desesperación y amargura. Les digo: ¡¡ lo ha hecho bien !!. Que lo sísmico esté en la tierra no en sus decisiones. Las nuevas generaciones tomarán el relevo en estas inesperadas circunstancias.

El tiempo sigue liberando energía. Y su comportamiento es muy variable. Sus conos se rompen de vez en cuando, con lavas fluidas con sus dedos derramados sumando más hectáreas y terreno agrícola, escupiendo cenizas, como si nos estuviera santíguando. Menos mal el respeto a los cementerios sigue intocable. Ni a los aviones de hélice deja aterrizar. Más aislados.

El tiempo de incertidumbre. Esa que te paraliza y te inquieta a la vez. Esa que te hace rumiar, pide de manera insistente que camino coger. Esa que se acuesta y se levanta contigo. Una sombra. Una compañía. Aprendemos de lo inesperada que puede ser nuestra realidad. Es como si Heisenberg, hiciese su aparición para explicarnos el principio físico de la incertidumbre: es imposible saber en un mismo momento dónde está una partícula, cómo se mueve y cuál es su velocidad. Algo nos pasa, como si fuésemos un electrón.

El tiempo como aliado. Si, ahora es todo asi. Pero no durará siglos. Esperemos. Recordemos que estamos. Sigamos actuando sobre nuestros contextos y desarrollos. Imaginemos. Seguro que serà capaz de promover nuevas y fascinantes posibilidades. Aunque aún no se vislumbren. El pasado tiene mucho que ver con la memoria. Nietzsche, en cambio, agradecía a la vida su falta de memoria, pues así cualquier experiencia era nueva para él y el conocimiento tenía siempre la frescura de la primera vez. El tiempo eruptivo demuestra que el pasado no es inmutable ni intocable ni el presente fugitivo. El tiempo es más que un tiempo verbal. El futuro lo construimos hoy, Seguro que si.

Compartir el artículo

stats