La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José María de Loma

En misa y apuñalando

Ayuso y Almeida fueron juntos a una misa. Nadie consiguió que confesaran su enemistad. Gastaron bromas pero es a su partido al que le están gastando la paciencia. Luchan por el poder, que en este caso se llama presidencia del PP de la Comunidad de Madrid. Para cuando el párroco dijo daos fraternalmente la paz, los reporteros ya se habían ido. Se conmemoraba el día de la Almudena pero más bien parecía que se había formado el dos de mayo. Todo muy madrileño. Conversación en la catedral. Ayuso no sabe por qué no puede presidir el PP de su región cuando todos los presidentes de comunidad peperos presiden el Partido Popular de su región. Pero Casado lo que no sabe es hasta dónde quiere llegar Ayuso. Copiando los usos del PSOE, los bandos en liza piden censos para que haya una pelea limpia. Génova no quiere pelea. Casado no quiere Génova pero no termina de mudarse. Como en las mejores familias, el PP madrileño tiene una pulsión fratricida. Almeida se pone de perfil, pero se le siguen viendo las intenciones. Muchos no entienden qué le pasa a Casado: con total seguridad él será candidato a la presidencia del Gobierno y Ayuso tranquilizada puede aportarle muchos votos. Encolerizada, puede resultarle una rémora. Claro que también es cierto que el sorayismo o anticasadismo sigue embozado en provincias y mandando en algunas comunidades. En esos ambientes hay más ganas de acabar con Casado que de organizar una cena de Navidad.

Segundos fuera, ha gritado el presidente del PP. Pero Teodoro Egea y Miguel Ángel Rodríguez no paran de mover los hilos por detrás. Lo hacen tan bien que hasta los niños ya se han dado cuenta de quiénes son los títeres. Si la buena estrella de Ayuso declinara y la de Casado fuera fugaz, hay aspirantes en el sur y el norte del PP a entrar con fuerza en ese firmamento. Son moderados pero sus satélites ejercen un trabajo radical para que no se eclipse a su respectivo líder. Y de paso, seguir cerca del sol. No hay paz ni piedad ni perdón. Veremos si prisioneros. Nadie dice amén.

Compartir el artículo

stats