Querido amigo, en los últimos tiempos, y ante las escasas oportunidades de creación de empleo, las administraciones han optado por fomentar el autoempleo y convertir a los trabajadores por cuenta ajena en autónomos, de modo que pasen a ser pequeños empresarios y lo den todo para crear un negocio propio que les permita vivir por su cuenta.
Pero no es fácil ser empresario, y no hay más que ver la cantidad de negocios que se abren y se cierran cada día.
En la mayoría de los casos, los nuevos empresarios empiezan por cargarse con créditos para alquilar un local, reformarlo, comprar mercancía y contratar personal, todo lo cual es un gasto que, con suerte, solo van a poder amortizar después de un tiempo.
Claro que, para la administración, el negocio es redondo, puesto que pasará de pagar a un desempleado a tener cotizando a un empresario autónomo con la posibilidad de que contrate mano de obra…
Lo que me hace gracia, Gregorio, es que el gobierno actual haya propuesto que todo aquel trabajador interino de las administraciones públicas que lleve 5 años consecutivos y de manera ininterrumpida en la misma plaza, pueda acceder a un concurso de méritos para consolidar su condición de fijo.
¿Quién es el que puede decir que tiene un trabajo así…? A la mayoría se les contrata por un periodo máximo de seis meses, luego le dan de baja y lo vuelven a contratar después de unos meses por el mismo tiempo, y así sucesivamente.
Serán muy pocos los privilegiados que tengan la posibilidad de consolidar la condición de fijos, y eso no lo puede vender el gobierno como si fuera un logro general. Por lo que se quedará en una artimaña más de las que nos tienen acostumbrados.
Como, por ejemplo, el crear un concurso abierto a todo el mundo, pero con unas condiciones muy específicas que solo tengan acceso unos pocos. Es lo mismo que ofrecerle un trabajo a alguien que tenga treinta años, 177 cm de estatura, hable inglés y alemán, no fume y tenga carnet de conducir… Solo falta añadir que se llame Pepe Julio como su sobrino, que es realmente a quien quiere contratar.
Según parece, la reforma que pretende el gobierno afecta directamente a 300.000 interinos que tiene detectados, y que ocupan desde hace más de tres años funciones estructurales.
Actualmente, según datos del INE, el 31% de los trabajadores del sector público son eventuales y la mayoría se concentra en grandes bolsas de temporalidad, como los servicios de sanidad y de educación.
Lo que te ofrecen es pan para hoy y hambre para mañana, Gregorio, o crear una empresa y trabajar a destajo para pagar la inversión y el personal. Es decir, que trabajes para todos menos para ti, por lo que te pasará como en aquella canción de Facundo Cabral que decía: «Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo…»
Un abrazo, amigo, y hasta el martes que viene.
