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Javier Durán

Reseteando

Javier Durán

Largas colas de niños

Hay películas de animación infantil que se regodean con morbo en el miedo. Con Coraline, del año 2009, viví en una sala repleta de niños el impacto emocional que les provocaba una historia muy similar a un thriller psicológico, aunque adaptada a mentes cándidas y cubierta de unas imponentes imágenes gracias a las novedades tecnológicas. El recurso cinematográfico no deja de ser un tanto viejuno dadas la arriesgadas apuestas actuales para menores muy precoces, pero puede servir para situar a millones de pequeños frente a la vacuna del covid-19. Esta larga e inacabable pesadilla debería tener otro sentido para una infancia que se lleva archivada en su cerebro una anomalía que les cambió la vida. He sido testigo de conversaciones donde los pequeños preguntan preocupados a sus padres por la vacuna, sus efectos y hasta por la posibilidad de zafarse del temido pinchazo. En una atmósfera de desasosiego y ansiedad, más pronto que tarde veremos largas colas de niños impacientes a los que habrá que evitarles bordear la delicada línea del temor. Igual que un proceso de decapación, la pandemia ha tenido protagonistas sucesivos, desde los sanitarios hasta los mayores de las residencias, pasando por los negacionistas. Ahora le toca a los niños que van a las escuelas con sus kits de jabón desinfectante y mascarillas. Afrontamos la responsabilidad extra de tener la suficiente sabiduría (o tacto) para contarles qué está sucediendo, y por qué pasan a ser los protagonistas de esta especie de Coraline perturbadora: igual que en la película, de pronto se abre una puerta que comunica con el territorio de la fragilidad humana. Empieza la vorágine informativa sobre los detalles y añadidos de la vacunación infantil, pero no olvidemos que son niños, incluso más vulnerables que los que no poseían el pan: han tenido de todo, han vivido en la abundancia y en la creencia de que nada podía asaltar sus paraísos familiares. Son horas de encadenar cuentos para que la pandemia no sea una fuerza intrigante: el monstruo que les visita de noche.

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