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Alfonso González Jerez

Retiro lo escrito

Alfonso González Jerez

Un cachivache

En la política canaria – quizás en cualquier ámbito político – el eterno retorno es el perpetuo vacilón. Y lo es por una ausencia portentosa de memoria. Nadie recuerda absolutamente nada, y si algún aguafiestas se dedica a hacerlo, se trivializa inmediatamente semejante ocurrencia. En una de sus intervenciones parlamentarias el presidente Ángel Víctor Torres se dirigió a los diputados de CC para preguntarles, casi con una sonrisa, desde cuándo los coalicioneros habían sido progresistas. Por supuesto Torres no recordaba que en 2011 CC le convirtió con su voto en alcalde de Arucas. Por entonces calificó el acuerdo entre el PSOE, Coalición y Por Arucas como “un pacto de confluencias que obedecen a posturas ideológicas coincidentes y progresistas”. Tal vez en Arucas, vaya usted a saber, estaban escondidos de las iras reaccionarias de José Miguel Barragán los únicos militantes progresistas de CC. Otro ejemplo es la resurrección del sociobarómetro, un cachivache demoscópico que Román Rodríguez se sacó de la manga durante su mandato presidencial y que quedó tan descreditado que desapareció en 2003. Después de desembarcar en la Vicepresidencia del Gobierno Rodríguez se puso en contacto con la UNED –curiosa elección – para resucitar uno de sus relicarios favoritos. Ahora está en pleno (¿) funcionamiento. Por supuesto que realiza sondeos sobre diversas áreas, pero no se descuidan las encuestas electorales, tan útiles no para saber lo que está pasando, sino para que la gente crea que lo que interese está pasando. En la última el PSOE se ponía casi al borde de la mayoría absoluta y Nueva Canarias – una sorpresón – subía en votos y diputados. Coalición Canaria se hundía bastante estrepitosamente y el PP resistía.

Nadie se ha tomado demasiado en serio estas previsiones. Yo tampoco, pero ya no me indigno. Simplemente hay que ignorar el sociobarémetro ese: como si no tuviéramos ya bastantes motivos para la irritación. Cuando en 1995 el Gobierno vasco creó el euzkobarómetro lo hizo después de un debate en el pleno de la asamblea legislativa. Fue y es un proyecto universitario impulsado y dirigido por el catedrático Francisco Llera y financiado por la Universidad del País Vasco y el Gobierno autónomo, con un equipo amplio de profesores e investigadores volcados en el estudio del comportamiento político y la evolución de la opinión pública vasca. Aquí no: el Sociobarómetro es una iniciativa política de un vicepresidente del Gobierno, no un proyecto madurado en el seno de la comunidad universitaria. Este vicepresidente de Gobierno – que es el mismo presidente que lo fue veinte años antes – no se dirige, curiosamente, a las universidades canarias para promover equipo, estimular contrataciones y potenciar el how know de nuestras universidades, para que, en definitiva, los universitarios isleños se ocupen de la realidad canaria, sino a la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Acaso porque no existen politólogos en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y, en cambio, sí en la Universidad de La Laguna. Por supuesto, no se ha producido absolutamente ningún debate al respecto en el espacio público – ni en el parlamento, ni en los medios de comunicación, ni en las mismas comunidades científicas y académicas. Nada de nada. ¿Para qué? ¿Para que desde el Gobierno en Canarias se contribuya seriamente a hacer ciencia en Canarias? ¿Qué diablos le importa eso a Román Rodríguez?

Los resultados de las encuestas del Sociobarómetro no se remiten ni a las universidades canarias, ni a los medios de comunicación, ni siquiera a departamentos o empresas públicas de la comunidad autónoma. Los cuelgan ahí, en una página web, y me parece de una hermosa justicia poética. En ningún sitio están mejor que colgadas y con las patas tiesas. Como el Sociobarómetro mismamente. Anda ya. No jodan más la paciencia.

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