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Xavier Carmaniu Mainadé

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Xavier Carmaniu Mainadé

DiCaprio, un árbol; Bach, un tiburón

Leonardo DiCaprio ya no solo podrá presumir de sus logros en Hollywood. Ahora también podrá explicar que existe un arbusto en África que lleva su nombre. Es habitual que los científicos homenajeen a personajes famosos.

Es un pequeño árbol tropical con las flores de un amarillo brillante que sobrevive, como puede, en un rincón de la selva tropical de Ebo, en Camerún. Y pese a sus discretas dimensiones ahora mismo es quizás el vegetal más mediático del planeta gracias a los científicos del Real Jardín Botánico de Kew, que tuvieron la idea de bautizarlo con el nombre Uvariopsis DiCaprio, en homenaje a la estrella de Hollywood.

Hace unos meses, el actor Leonardo DiCaprio se hizo eco de la campaña internacional que reclamaba al Gobierno camerunés no ejecutar el proyecto de tala masiva de esa selva. Se trata de un entorno casi único, que es el hábitat de especies animales y vegetales en peligro de extinción, como gorilas, chimpancés y elefantes.

DiCaprio, que siempre se ha mostrado sensible a las cuestiones relacionadas con el medio ambiente, utilizó sus redes sociales para hacer de altavoz de la petición de protección de ese entorno. Sus mensajes se viralizaron enseguida y sus millones de seguidores se sumaron a la demanda. Al ver la repercusión internacional que tomaba el caso, el Gobierno del país africano decidió suspender el proyecto. Ahora bien, de momento el paro es temporal, aunque los ecologistas y científicos piden que el territorio sea declarado parque nacional para que alcance el rango de protección que merece y evitar que desaparezca para siempre una zona en la que viven especies como la Uvariopsis DiCaprio.

Esta planta no es la única que tiene nombre de famoso. De hecho, desde que el padre de la taxonomía moderna, el sueco Carl von Linné, en el siglo XVIII decidió poner orden a la flora y la fauna con los nombres científicos en latín que todavía se utilizan, ya buscó inspiración en grandes personalidades. Por ejemplo, a la planta del tabaco la llamó Nicotiana Tabacum, en honor al diplomático francés Jean Nicot, que popularizó aquella especie y su consumo en la corte de su país. Esta es la razón que actualmente exista y utilicemos la palabra nicotina.

Es habitual que se aproveche el descubrimiento de nuevas especies para homenajear a alguien coincidiendo con algún tipo de efeméride. Por ejemplo, para conmemorar el 150º aniversario de la muerte de uno de los hermanos Grimm, se bautizó un tipo de avispa como la Adelphenaldis Grimmorum. De hecho, hay muchas avispas que llevan nombres de famosos. Por ejemplo, está la Alaptus Newtoni, que como se puede deducir se dedicó al físico Isaac Newton.

A veces, la razón del nombre se explica porque coincide con alguna circunstancia remarcable. En 2005, cuando murió el papa Juan Pablo II, en su Polonia natal los entomólogos localizaron una nueva especie de escarabajo y pensaron que sería una buena idea llamarlo Aegomorphus Wojtylai. En cambio, en otras, es simplemente por las aficiones del científico de turno. Esto hace que ahora mismo nadando por los mares de Madagascar haya un tipo de tiburón llamado Bythaelurus Bachi. Su descubridor era un enamorado de la música de Johann Sebastian Bach.

En cambio lo que cuesta bastante encontrar son nombres científicos dedicados a personajes femeninos. Al igual que ocurre con el nomenclátor de los pueblos y ciudades, en los reinos animal y vegetal también hay un claro sesgo de género, con algunas excepciones. En Costa Rica quisieron reconocer a una de sus ilustres compatriotas con una babosa de mar. El bicho en cuestión se llama Elysia Chavelavargas (todo junto). A Eva Perón se le dedicó una polilla que simplemente se llama Eva y a la escritora recientemente desaparecida Joan Didion, ya hace tiempo que quisieron recordarla poniendo su nombre a un tipo de avispa (¡otra vez las avispas!) típica del suroeste de Estados Unidos, escenario de algunas de sus principales narraciones.

Precisamente para combatir la diferencia abismal entre nombres masculinos y femeninos, el catedrático de Zoología de la Universidad de Oviedo Jesús Ángel Ortea dedicó 21 especies de caracoles marinos a mujeres galardonadas con el Premio Príncipe de Asturias. Y ahora, debajo del agua hay animales para Carmen Martín Gaite, Annie Leibovitz, María Zambrano, Simone Veil, Doris Lessing y Barbara Hendricks, entre otras.

violeta

Un caracol para el MeeToo

El profesor Jesús Ángel Ortea, junto con Leopoldo Moro, del Servicio de Biodiversidad de Canarias, descubrió en el año 2018 un tipo de caracol marino. Cuando quisieron conservarlo con alcohol adquirió una tonalidad de un color violáceo y eso les inspiró para dedicarlo a la campaña del MeToo. Desde entonces, aquel animalito lleva por nombre Gibberula Metoo.

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