La Provincia - Diario de Las Palmas

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Francisco Morote

Desde el asiento

Francisco Morote Costa

¿Qué está sucediendo con Ucrania?

Como se suele decir: « La primera víctima de la guerra, es la verdad». Es tal la propaganda que como una cortina de humo se lanza, antes, durante y después de un conflicto, que resulta casi imposible saber y comprender lo que está pasando.

¿Se puede comprender acaso lo que está sucediendo con Ucrania? Si no se va al fondo de la cuestión, que es el antagonismo EEUU-Rusia, no. Estados Unidos y sus aliados, peones en realidad, que no disolvió la OTAN, está decidido a seguir cercando a Rusia, es decir a acercar más bases militares y armamento nuclear a sus fronteras y Rusia está decidida a impedirlo. En esta confrontación Ucrania es, simplemente, un peón.

¿Hay algún precedente de la situación actual que pueda iluminar lo que está pasando?

Pues sí, pero hay que retroceder hasta los tiempos de la Guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética cuando en 1962 tuvo lugar el episodio dramático de la crisis de los misiles cubanos que estuvo a punto de provocar una Tercera Guerra Mundial de carácter nuclear.

¿Qué sucedió entonces?

Que la URSS, como respuesta a la instalación de misiles con cabezas nucleares norteamericanos en los países europeos de la OTAN, instaló misiles soviéticos en Cuba.

¿Lo permitIó Estados Unidos? No, se sintió gravemente amenazado y reaccionó estableciendo un cerco militar naval en torno a Cuba para impedir el acceso de barcos soviéticos, incluso con fuego real, a la isla. El mundo estuvo entonces al borde del desastre...

Como saben, Occidente invoca el derecho soberano de cada país a decidir sus alianzas y por eso defiende el derecho de Ucrania a entrar en la OTAN. Sin embargo, en 1962, Estados Unidos no respetó el derecho soberano de Cuba a instalar cohetes nucleares rusos para protegerse de los EEUU en su territorio, por considerarlo un peligro mortal para ellos.

Bien, pues eso, exactamente, es lo que ha ocurrido ahora.

Rusia no acepta que Estados Unidos y sus peones occidentales pongan armas de destrucción masiva de Rusia en sus frontera con Ucrania. Simplemente. ¿Verdad que no es tan difícil de comprender?

Condeno las guerras como método de resolución de conflictos, pero todas, no solo la que está teniendo lugar ahora en Ucrania, porque antes, frente a la mentira que dice que ésta es la agresión más grave que ha tenido lugar en Europa desde 1945, tuvo lugar el ataque, con víctima mortales, de la OTAN contra Serbia y el desgajamiento de Kosovo, donde ahora mismo Estados Unidos, no la OTAN, tiene una gran base militar. Ataque que ahora indecorosamente no se recuerda en la propaganda amnésica de los medios occidentales.

En fin, de aquellos polvos vienen estos lodos. Estados Unidos no tiene interés en disolver la OTAN, sirve a sus fines de política exterior, le proporciona fuerzas auxiliares en sus aventuras geopolíticas, un día en Afganistán, otro en Libia... Son los Estados europeos los que se han equivocado gravemente al no cuestionar la existencia de la OTAN, que debió haberse disuelto, como lo hizo el Pacto de Varsovia, hace tiempo y que los Estados Unidos usa a su antojo para impedir la normalización de relaciones entre la UE y Rusia, situación que considera peligrosísima para sus intereses generales.

Esa es la realidad. La UE, por no indisponerse con el amigo americano ha olvidado que con amigos como esos no hacen falta enemigos, porque tratando a los europeos como peones de su juego de ajedrez geopolítico mundial, nos enfrenta contra superpotencias como Rusia ( que también es parte de la historia y la cultura europea) y China, a las que no soporta como rivales en el tablero geopolítico y geoeconómico mundial.

Para remachar el clavo argumental. Imaginen ustedes que Estados Unidos y no la URSS hubiera perdido la Guerra fría y hubiera disuelto la OTAN. En cambio, la Unión Soviética no hubiera disuelto el Pacto de Varsovia sino al contrario lo hubiera intentado extender hasta Canadá y México, amenazando claramente con sus misiles nucleares en su frontera norte y sur a los EEUU. ¿Lo permitiría Estados Unidos, por mucho que hubiera perdido la Guerra fría?

A tener en cuenta, en el mundo actual hay tres superpotencias que son como tigres, los demás somos gatos y gatitos. Los tigres no se comerán entre sí, a lo sumo se harán algún arañazo, pero se comerán a los gatitos imprudentes de sus rivales, si pueden. ¿Buen provecho? ¡No, por favor!

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