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Luis M. Alonso

Sol y sombra

Luis M. Alonso

Puerilidad y sectarismo

Efectivamente y como decíamos ayer, la política profesional en España es un disparate inexplicable en manos de necios. Apenas pasaron unas horas desde que el ministro Alberto Garzón calificase de antidemocrático a Zelinski, presidente de un país masacrado y arrasado por el invasor ruso, cuando Santiago Abascal, líder de Vox, ha salido a la palestra para criticar al presidente de Ucrania por recordar en el Congreso los bombardeos de Guernica, a cargo de la Legión Cóndor, en vez de los fusilamientos de Paracuellos de los republicanos durante la Guerra Civil española.

La historia, la nuestra y la ajena, está poblada de hechos horrorosos, matanzas sin sentido, parábolas genocidas extremas que nos llevan a la conclusión de que Guernica es un buen ejemplo de cómo el ser humano se ensaña con otro, también lo es Paracuellos. Pretender establecer una comparación sobre quién actuó peor dependiendo del bando ideológico o canalla, además de una pérdida de tiempo es en las circunstancias en que Zelinski eligió el ejemplo una estupidez propia de patio de colegio y de mentes atrofiadas por el sectarismo más pueril. El presidente ucraniano quería resaltar con la matanza indiscriminada en Guernica de la población civil, que Picasso inmortalizó mundialmente en un lienzo, los abusos de la guerra. No se me ocurre una imagen mejor. Pero Abascal, con un sentimiento mezquino propio de las categorías inferiores, quiso sacarle punta al asunto para convertirlo en mercancía propagandística para sus partidarios.

Alberto Nuñez Feijóo acertaba el otro día al prometer ante los suyos una política para adultos en las horas más siniestras del infantilismo sectario y del relato obtuso. No es una misión sencilla dada la cadena de transmisión creada en los últimos años para enganchar a la opinión pública del mensaje fácil y agresivo en lugar de la palabra ponderada y de la seriedad en la gestión, tanto de la vida pública como de las ideas. Si lo consigue habrá logrado alzarse con una victoria moral de las que hacen época.

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