Antes del desmadre estaban el arquitecto Manuel de la Peña y el fotógrafo Francisco Fachico Rojas, una extraña alianza en el árido sur de la Isla a la manera de una geoestrategia: los edificios de la arquitectura del Sol, el principio del principio turístico, han ido cayendo derrotados o tuneados, pero la instantánea los ha conservado para la visión. Un dúo, por tanto, absolutamente retador de cara a la catástrofe del descontrol urbanístico. El legado de estos creadores se puede conocer desde ayer en la galería de arte de la ULPGC, en el Rectorado, junto al Guiniguada, que Augusto Hidalgo se resiste a convertir en un corredor verde. Quizás le estimule la exposición Fachico y De la Peña. Convergencias modernas. Una muestra donde se aprecia el retroceso del orden económico, social y cultural en el desarrollo turístico, del que finalmente se apodera una clase extractiva en comandita con consejeros y concejales con faltas de ortografía, pero podridos de dinero. Frente a la época de De la Peña o Fachico, a casi nadie le interesa quién construye en el Sur, dónde se levantan hoteles anónimos cuyos arquitectos controlan el proyecto a distancia, a través de un socio sin lengua y firma. Sólo interesa el número de camas. Una recopilación útil, además, para hacer cotejo sobre lo que queda de aquellos tiempos de modernidad, paradójicamente más modernos que los de ahora pese al franquismo. La piqueta ha hecho de las suyas ante la falta de un catálogo de protección, aparte de alteraciones irreversibles como las del poblado de San Fernando. Una operación colonizadora del Condado (Vega Grande) para paliar las vergüenzas de una aparcería en precario, cuyas condiciones de vida deplorables no podían quedar a la vista de la emergente industria turística. Se trata por tanto de una propuesta que atraviesa el ya de por sí relevante hecho cultural, dado que informa de una sociedad, de una clase media que invertía sus ahorros en los apartamentos del Sur, del incipiente estilo de vida turístico y su posterior explosión, y de la modernidad desalmada.
