La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Matías Vallés

Al azar

Matías Vallés

Fanny Ardant cede el poder a Cécile de France

Abandono la proyección de los jóvenes amantes con la sensación incómoda de que no me ha satisfecho, pero a cambio me perseguirá y crecerá en el recuerdo. Así ha ocurrido con la historia de planteamiento sencillo sobre una viuda de 71 años, Fanny Ardant tiene hoy 73, que se enamora con sexo y reciprocidad incluidos de un hombre casado 25 años más joven. La película no disimula la brecha de edad con filtros fotográficos, porque pretende acentuar el escándalo que suscita la relación en los cónyuges, hijos y nietos de la pareja a contratiempo.La película se enreda con demasiadas circunstancias colaterales, pesados cortinajes que solo estorban el debate sobre el amor/sexo a los setenta. Nada más empezar, Los jóvenes amantes me obligó a preguntarme cómo he podido pasar tantos años sin enamorarme de Fanny Ardant, una discrepancia del canon que se empezó a corregir con la escena del homenaje de Toni Servillo en La gran belleza. Parece claro que la actriz ha impuesto una imagen sin dobleces ni concesiones al maquillaje. La pantalla describe todas sus arrugas, a cambio viste durante toda la película unos vaqueros ajustados con talla de treintañera. Desde la primera escena a la última, queda claro un potencial de seducción erótica de primera magnitud. Ann Margret, otra belleza descomunal, reseñaba quejosa que el público no desea ver a cuerpos viejos con pretensiones sexuales en la pantalla. Desmentir este dogma supone el mayor éxito de Ardant en Los jóvenes amantes. No basa su actuación en el mantenimiento de su belleza, sino en la creación de una nueva figura. Y de paso, cumple con el ritual de ceder el testigo a Cécile de France, una actriz que quita el aliento y a la que siempre tenemos la sensación de que no vemos lo suficiente en pantalla.Por si acaso, Ardant nos deja con Cécile de France, aunque solo después de plantear dudas sobre la conexión automática además de inversamente proporcional entre el atractivo y la edad. Dado que el cine francés peca por definición de redundante, Los jóvenes amantes incluye a cuento de nada fotogramas de la serena Annie Girardot, que en Morir de amor interpretó a una profesora mortalmente enamorada de su alumno. En efecto, una historia muy parecida a la vivida por Brigitte Macron (69 años) y su esposo Emmanuel (44).

Compartir el artículo

stats