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Punto de vista

Crecimiento sostenible: sí es posible en Cuna del Alma

El modelo de desarrollo turístico de Canarias se ha convertido en los últimos meses en el tema estrella de debate y no es para menos. El Archipiélago ha experimentado históricamente un gran crecimiento y ahora es necesario continuar avanzando a través de nuevas estrategias y proyectos que favorezcan ese desarrollo económico, pero a través de un planteamiento adaptado a nuestra realidad y a las necesidades del propio turista: alojamientos de calidad, integrados en el destino y respetuosos con el medio ambiente. Eso es lo que pretendemos con el proyecto turístico del Puertito de Adeje.

Innovar con una alternativa diferenciada porque, pese a lo que muchos creen, no se trata de un macroproyecto que viene a arrasar el litoral. Se trata de un proyecto ilusionante, que pone la recuperación del entorno natural como prioridad, en una zona totalmente devastada por el paso de personas que no han tenido ningún reparo en acabar con el paisaje.

Este proyecto busca atraer a un turismo de calidad, huyendo de la masificación o explotación, intentando captar al turista que toma la decisión de quedarse en un alojamiento comprometido con ciertos valores, que realmente representan la experiencia que quieren vivir, centrada en el respeto y la conservación del destino al que visitan y viven.

El tipo de viajero en el que nos enfocamos es consciente de la realidad que experimenta el planeta. De ahí que este nuevo perfil reflexione más sobre sus decisiones a la hora de elegir un alojamiento turístico u otro, optando por alternativas sostenibles, con la vida eco y la eficiencia como foco.

A esto me refiero cuando digo que apostamos por una forma diferente e innovadora de crecer. Queremos avanzar en pro de un modelo que incorpore estos valores y, al mismo tiempo, suponga un salto de calidad. De ahí la necesidad de transmitir una experiencia alineada con valores como son el respeto y la conservación del patrimonio natural, así como otros fundamentales para la experiencia que buscan estos nuevos perfiles de visitantes, relacionados con el respeto y el valor de lo local, la curiosidad hacia las tradiciones o el interés sobre las diferentes formas de vivir en el Archipiélago.

Cuando los turistas elijan quedarse en Cuna del Alma, lo harán porque tienen esta forma de viajar y de sentir el destino que quieren descubrir. En nuestra mano está hacer todo el esfuerzo posible para promover un tipo de turismo sostenible y avanzar hacia la concienciación alrededor de la oportunidad que supone vivir unos días en Tenerife, más en un espacio tan único y emblemático como es la zona del Puertito de Adeje.

Y es que, nuestro proyecto, Cuna del Alma, surge precisamente con el ánimo de devolver a la zona del Puertito ese valor natural, además de suponer una gran inyección económica para la zona. Cuna del Alma trata de eso, de crecer sin romper, de evolucionar hacia un crecimiento sostenible que sí es posible y en el que, pese a las trabas que nos hemos encontrado, continuamos confiando.

Esta forma de entender el turismo nos hace dar pasos hacia el futuro, como ejemplo de posibles proyectos similares. No somos los primeros en impulsar alojamientos de este tipo, pero tampoco seremos los últimos porque precisamente el propio sector y la sociedad los reclaman. Por ello, por trabajar esa concienciación y fomentar el respeto a un territorio único, es por lo que creemos en este proyecto.

Han sido más de ocho años analizando cada detalle, mejorando sobre el papel el paisaje, los servicios para los vecinos y vecinas, las infraestructuras de uso público… siempre amparados por la legalidad, paso a paso, con la garantía de disponer de todos los permisos y autorizaciones urbanísticas y medioambientales de las administraciones públicas canarias (Gobierno, Cabildo y Ayuntamiento). Lo cierto es que estamos trabajando duro por replantear un nuevo modelo turístico adaptado a las necesidades actuales. Y queremos dar el primero de muchos pasos en este camino.

Una perspectiva en la que se ha venido trabajando al milímetro, con un equipo técnico ejemplar, que integra a biólogos, arqueólogos, paisajistas y arquitectos canarios, que conocen a la perfección la realidad local.

Precisamente ha sido «lo local» aquello que ha primado en el desarrollo de Cuna del Alma. Un alma que habla de la calidad de sus gentes, de su valor y su potencial, de sus preocupaciones y de su amor por la tierra. Un alma que pretende alinearse con el desarrollo, con la vista puesta en un punto fijo: un proyecto de arquitectura sostenible que pivote en el atractivo de la naturaleza, el paisaje, sus vecinos y su idiosincrasia. Porque un crecimiento sostenible sí es posible.

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