La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marrero Henríquez

Escritos antibélicos

José Manuel Marrero Henríquez

Amarizar

Nopólemo lee en una nota a pie de página de un texto de Sebastián Astorga que un avión de las fuerzas armadas chilenas desaparecido en su ruta a la Antártida, de haber tenido que «amarizar”, contaba con dos balsas para ello. En la nota sobre esa cruenta noticia Astorga pone la palabra amarizar entre comillas porque, entiende Nopólemo, la palabra correcta es amerizar y la noticia da, por error, la palabra amarizar.

Nopólemo no se quiere quedar con la duda y busca en el DRAE la palabra amerizar, que resulta ser sinónima de la palabra amarar y que significa, dicho de un hidroavión o de un vehículo espacial, posarse en el agua. Gracias a esta pesquisa Nopólemo descubre la existencia de la palabra amarar, que desconocía, y descubre también que es sinónima de amerizar. Para completar su indagación, Nopólemo a continuación busca la palabra amarizar. En contra de lo que pensaba, resulta que la palabra amarizar sí existe, y por lo tanto las comillas de Astorga no pueden señalar un error, porque tras consultar el DRAE Nopólemo ha constatado sin género de dudas que la palabra amarizar es sinónima de amarar y ésta de amerizar y, en consecuencia, las tres, amarar, amarizar y amerizar significan, dicho de un hidroavión o nave espacial, posarse en el agua.

Nopólemo ha terminado su investigación satisfactoriamente pero no está satisfecho del todo. Y no lo está por dos motivos. El primer motivo es el de que no sabe por qué Astorga puso la palabra amarizar entre comillas, ya que no pudo ser, como Nopólemo había pensado, por ser errónea, pues la palabra amarizar existe y fue utilizada correctamente como sinónima de amerizar y de amarar. Y no lo sabe ni lo podrá saber, ya que la nota a pie de página no le permite pensar en otras posibilidades, salvo que Astorga se hubiese equivocado y considerara, como Nopólemo, que esa palabra era errónea cuando en realidad no lo era, pues, como ha constatado, fue correcto su uso como sinónima de amerizar y de amarar.

Nopólemo tampoco está plenamente satisfecho por un segundo motivo. Y es que no le gusta que el diccionario de la Real Academia Española haya frustrado sus deseos de que amarizar tuviera significados sugerentes y muy diferentes a amerizar y amarar, a esas palabras que son sus sinónimas y que significan posarse en el mar. Nopólemo quería para la palabra amarizar posibilidades significativas de más altos vuelos. Por tal razón Nopólemo se rebela contra el DRAE, él mismo se convierte en diccionario y, con la libertad absoluta que a sí mismo se otorga, escribe sus definiciones de la palabra entrada «Amarizar»:

1º. Amar en el mar, ya sea en la costa o en alta mar, sobre la arena de la playa o en un crucero.

2º. Transformar la mar en calma en mar rizada.

3º. Izar la bandera del amor en una embarcación para su reconocimiento, al salir o entrar a puerto.

3º. Hacer el amor mientras se iza una bandera.

4º. Erizarse los pelos durante el coito por el efecto de la excitación erótica.

5º. Amenizar con música una cita amorosa.

6º. Tener preferencia por los rizos en el ser amado.

7º. Amar mientras se riza el pelo al ser amado.

8º. Sentir afecto amoroso mientras se ameriza.

Compartir el artículo

stats