La Provincia - Diario de Las Palmas

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Volando bajito

Marisol Ayala

Wendy en el mismo banco

Wendy se ha ido exactamente igual que transitó la vida. Sin hacer ruido, con sonrisa amplia y observando. Otra cosa es que quienes la quisimos y queremos, hiciéramos un ruido doloroso desde que el martes supimos de su adiós. Wendy Artiles, 54 años, primera bailarina del ballet de Gelu (q.e.p.d), el hombre que la enseñó a amar el ballet cuando con apenas doce años coincidieran los tres en el mismo banco de la Escuela de Ballet con Miguel Montañés por medio. Gelu, Miguel y Wendy. No se separaron jamás. 41 años inseparables. Ya es conocido que a Wendy la sorprendió la muerte en la casa familiar. Miguel trató de reanimarla mientras llegaba la ambulancia del SCS pero no hubo suerte. Se le fue en sus brazos, con una mirada como adiós.

El viernes estuve con Miguel escuchando su dolor y viendo sus ojos empapados. No sabe qué será de su vida pero después de acompañarlo en su dolor y obligarle a comer, dijo lo que todos estábamos esperando pese a su gran tristeza: «Me voy a volcar en mi trabajo, es lo que Wendy hubiera querido”. Es decir, el lunes volverá a las clases con su alumnado. “Sacaré fuerzas de donde no tengo pero debo dar ese paso”. Habla, se emociona y maldice su suerte. “Ha sido el amor de mi vida…” Lo sabemos. Wendy y Miguel han dejado una buena siembra de respeto y compromiso entre el alumnado, de tal manera que ayer tenía lista de espera de alumnos mayores que se han ofrecido para continuar a su lado y seguir con la tarea. Miguel contaba esa generosidad, orgulloso y agradecido.

Ellos han sido sus alumnos por años y ahora, con más edad, han dado un paso al frente y se han situado al lado del jefe. Miguel está desbordado de afecto y cariño. En el adiós a Wendy en el Tanatorio San Miguel todos querían estar a su lado, pero Miguel no sabía ni dónde estaba.

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