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Javier Cuervo

Artículos de broma

Javier Cuervo

Otra era de largas colas

Si hay cola es porque algo va mal. No se conoce a nadie a quien le gusten las colas, salvo que sean su negocio. Antes de Internet, los reventas daban valor a su tiempo haciendo cola. Freddie Beckitt, camarero y escritor de Fulham, hace cola para ricos que sólo hacen lo que quieren y alguna vez ha cobrado 20 libras la hora. En los vuelos, los alquileres de coches y parques temáticos se paga por no hacer cola y que entre más «experiencia» en el limitado tiempo del turismo.

La cola suele ser un desajuste momentáneo entre la oferta y la demanda y cuando cronifica se convierte en un problema derivado de la logística. Ahora mismo todo está a la cola, desde la lista de espera para operar las cataratas al comprador español que aspira al coche alemán que aguarda por los componentes electrónicos chinos.

El Covid 19 reinstauró la fila india lenta que niega la fila india verdadera, que avanzaba de a uno por el sendero cargando enseres. Los nativos americanos no conocían la rueda ni tenían animales de carga. El Covid 19 metió a España en las colas de la comida del súper y lo sacó por las colas del hambre de la beneficencia. A partir de una altura, la cola de la peste continuó en la del hambre. Ahora está el mundo en la cola de la guerra. Parecía que iba a haber una cola del alistamiento en Rusia, pero lo que hay son 30 kilómetros de rusos en fila para cruzar a Georgia, donde no puedan ser militarizados y pasar a formar columnas, que son colas que avanzan a ritmo de infantería. Les une a Putin un único deseo: no morir por Putin.

Se habló mucho de las colas ociosas y fúnebres para ver el ataúd de Isabel II, la reina de la tele y del Reino Unido, pero, al mismo tiempo, los polacos hacían colas de tres días para comprar carbón en las minas y aprovisionarse para el invierno cuando aún no había acabado el verano.

En la cola se juntan ineficiencias, incertidumbres, apremios, ansiedad y hostilidad por eso un mundo con muchas colas es peligroso. El domingo pasado muchos italianos madrugaron e hicieron cola para votar fascismo.

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