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Reflexión

Sonrisas y lágrimas

No debe resultar sencillo confesar que una vez estuviste encaramado a la barandilla de un séptimo piso con ganas de saltar. O que en un momento de tu vida la única solución a los problemas era beber y beber hasta caer redonda. Pero creo que testimonios como estos son los que están ayudando a sacar de la cueva la realidad de las enfermedades mentales.

Los últimos en salir del armario han sido un cómico, Javi Martín, y una cantante, Mai Meneses (Nena Daconte) con sus libros: Bipolar y a mucha honra y Tenía tanto que darte. Me conmovió hablar con ellos la otra tarde en la radio y que se abrieran en canal sin muchos miramientos. Javi, con la coraza del humor como bandera: «Me voy a reír hasta que se me pase el miedo; a carcajada limpia, a veces incluso para no llorar. Llámame loco». Y Mai, que escribió el libro en un mes, del tirón, desde la digestión de recuerdos muy dolorosos: «Me dio por tener pesadillas cada noche. Venían espíritus a mi cama y los veía acercarse hasta que conseguía gritar».

Ambos sufren de trastorno bipolar, una montaña rusa donde la euforia y la tristeza se dan el relevo hasta agotar al enfermo. Las fases maníacas te pueden llevar –así lo cuentan ellos– hasta el séptimo cielo, pero las depresivas te arrastran por el barro de una angustia, a veces insoportable. Nadie tiene culpa de que le ocurra eso, se sabe que existe un componente genético; aunque es verdad que las drogas, una vida poco saludable y el estrés excesivo contribuyen a su desarrollo.

La buena noticia es que el trastorno bipolar no desgasta la capacidad intelectual. Y puede mantenerse bajo control a base de medicación, terapia y atención psiquiátrica. Lo confirman Javi Martín y Mai Meneses, que hoy se muestran como dos personas con pinta de saber lo que es la felicidad, que han aceptado que padecen una enfermedad mental y que no solo no se avergüenzan de ello, sino que se desnudan para que sus vivencias –y su sufrimiento– le puedan ser útiles a alguien. En una época donde el egoísmo y el «sálvese quien pueda» parecen ganar por goleada, su generosidad supone un valioso regalo.

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