La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Observatorio

Los Autónomos: pieza clave para la Digitalización

La pandemia, con periodos de confinamiento extremos y con severas restricciones a la movilidad, nos ha obligado a todos a adaptarnos a nuevas formas de relacionarnos, comunicarnos y trabajar, todo ello bajo el prisma de una digitalización intensiva de los procesos

Los Autónomos: pieza clave para la Digitalización

Nos dirigimos hacia una sociedad cada vez más digitalizada, en la que las empresas como parte fundamental de su economía aceleran sus esfuerzos para incluir en sus estrategias los cambios necesarios para digitalizar sus cadenas de valor, mejorando así su productividad y contribuyendo a ser más competitivas en un contexto de actuación difícil, con aumentos constantes de los costes de producción y con grandes dosis de incertidumbre.

La pandemia, con periodos de confinamiento extremos y otros posteriores con severas restricciones a la movilidad, nos ha obligado a todos, ciudadanos, empresas y Administraciones Públicas; a adaptarnos a nuevas formas de relacionarnos, comunicarnos y trabajar, todo ello bajo el prisma de una digitalización intensiva de los procesos.

La banca puede ser uno de los grandes ejemplos de transformación digital en nuestro país, debido, en gran medida, a las importantes inversiones en tecnología realizadas por el sector en los últimos años. Esto ha llevado a un incremento más que notable de las operaciones gestionadas de manera electrónica por los usuarios en detrimento de las gestiones presenciales, algo que es más acusado cuando analizamos el comportamiento de las nuevas generaciones.

Este mismo proceso de digitalización, obligado en cierta medida por la pandemia, como se ha señalado anteriormente, también lo está viviendo el sector sanitario. Hoy la gran mayoría de los trámites administrativos se pueden hacer online y parece que, a la luz del número de descargas de las diferentes apps, los usuarios lo han acogido con entusiasmo.

Al margen de estos casos concretos, la mayoría de los sectores se ha sumado a este proceso de transformación digital, conscientes de la necesidad de ofrecer a los usuarios alternativas a los usos tradicionales. Así pues, hemos vivido el auge de los pedidos a domicilio, de las plataformas digitales de contenidos, de los trámites administrativos online, del comercio electrónico, donde España ha experimentado uno de los mayores crecimientos de toda Europa; de la formación en remoto, de la teleasistencia; y de tantos otros ejemplos que demuestran la apuesta del tejido empresarial español por la digitalización.

Pero en este relato no están todos los actores de la película. Y es que, en esto de la digitalización, el tamaño es un factor determinante y cuanto más grande es una empresa más fácil le resulta montarse en el tren de los 1 y los 0. En España hay más de 3 millones de autónomos que tienen otras muchas prioridades antes que ocuparse de pensar en cómo digitalizar su negocio.

Y esta es una de las principales dificultades que tenemos que resolver si de verdad queremos aspirar a tener un país que tenga una economía digitalizada. Que se digitalice la banca, la sanidad, el comercio... está dentro de lo esperado. Estos grandes titanes saben que la digitalización es la llave que les abrirá nuevos mercados, así que la incorporan a su estrategia, destinan un importante presupuesto para su implementación y a trabajar.

¿Pero cómo hacemos para que un autónomo se digitalice? ¿Podemos aplicar las mismas estrategias que en las grandes compañías? ¿Es solo una cuestión de dinero? ¿Cuánto tiempo necesitaremos para conseguirlo?

El reto no es sencillo, pero nos va la vida en ello porque es aquí donde de verdad se juega el partido. La capilaridad del tejido empresarial que caracteriza al mundo de los autónomos es una herramienta clave para conseguir que la digitalización de España sea todo un éxito.

Últimamente existe una preocupación cierta por parte de la Administración que se está traduciendo en acciones de las que todavía desconocemos el impacto real que tendrá en un futuro, como por ejemplo el programa conocido como Kit Digital, estructurado en tramos en función del número de empleados, uno de ellos dirigido exclusivamente a los autónomos. Acciones como esta son imprescindibles para llevar la digitalización hasta el último rincón del país, aunque el esfuerzo para llevarlas adelante sea superlativo.

Por eso conviene aunar fuerzas para facilitar que las ayudas para la digitalización lleguen de una manera rápida y eficiente. En este sentido, recientemente ATA ha firmado varios acuerdos con distintas organizaciones empresariales como CEOE Tenerife y las Cámaras de Comercio de Gran Canaria y Lanzarote, para prestar el servicio, de manera totalmente gratuita, que permita la obtención del Kit Digital a las pymes y autónomos.

Pero, probablemente, la digitalización de los autónomos vaya mucho más allá que conseguir que todos tengan una página web o un perfil en las redes sociales, que, con el tiempo, pueda quedar desactualizado y obsoleto. La transformación digital debe consistir en cambiar la forma de pensar e incorporar la cultura digital al negocio, sin importar el tamaño. Cuando esto se consigue, el mundo cambia, y donde antes solo veíamos problemas ahora se abren miles de oportunidades.

No cabe duda de que un autónomo que por defecto piense en digital es mucho más productivo y será capaz de aprovechar la sinergia de la digitalización de los grandes sectores. Pensemos por un momento en dos autónomos que se dediquen a la misma actividad. Uno de ellos maneja todo el negocio desde su smartphone: bancos, contactos, facturas y el otro desde su libreta donde todo se sigue moviendo a base de lápiz y papel.

¿Quién ganará el futuro?

Lamentablemente, el tiempo tiene la respuesta, porque la selección natural sacará del mercado a los más rezagados y porque, por otro lado, las nuevas generaciones incorporan la digitalización por defecto.

Pero no tenemos tanto tiempo ni podemos permitirnos el lujo de dejar a nadie fuera de este

proceso de cambio. Es preciso que trabajemos la sensibilización y la concienciación de un colectivo que resulta vital para nuestra economía. De nada sirve que sigamos potenciando las ayudas si antes no hemos explicado bien que digitalizarse no es una moda, sino una necesidad para adaptarse al nuevo mercado y que de la mano de todos estos cambios se abren nuevas oportunidades que ayudarán a mejorar los negocios.

Aunque parezca que llevamos muchísimo tiempo hablando de digitalización lo cierto es que esto no ha hecho nada más que empezar y el camino que viene por delante es mucho más largo del que ya hemos recorrido. Por eso, quizás convenga, aunque sea por un instante, pararnos a explicar por qué es tan importante que tu negocio tenga una presencia estratégica en Internet, en qué redes sociales debes posicionar a tu empresa, qué impacto tendrá la venta online en tu cuenta de resultados, qué medidas necesitas para hacer tu negocio ciberseguro o cómo sacarle todo el partido a los datos que genera tu empresa.

Cuando las cosas se entienden, entonces todo es mucho más fácil y el camino deja de ser cuesta arriba. Cuidemos a nuestros autónomos y ayudémosles a entender todo lo que la digitalización puede hacer por su negocio. Si lo hacemos bien, no tardaremos en ver los beneficios que aportará este colectivo a nuestra economía y a la sociedad en general.

¡Ahora es el momento de apostar a caballo ganador!.

Compartir el artículo

stats