Eso es, al menos, lo que piensan los organizadores del Congreso de Funcionarios Habilitados Nacionales (FHN) celebrado en Maspalomas del 16 al 19 de noviembre.
El congreso fue organizado con fondos públicos por los Ayuntamientos de San Bartolomé y Santa Lucía de Tirajana que, además de los debates sobre la economía de las entidades locales, el evento le costó al erario público la friolera de 500.000 euros.
Los anfitriones prepararon paralelamente una gran fiesta para los asistentes con cenas de lujo, orquesta y música en directo a la que decidieron llamar La vida es un carnaval, una opción muy adecuada para definir la gestión de muchos ayuntamientos españoles.
Y es que nunca los cargos municipales han sido tan carnavaleros como ahora, que se disfrazan y se cambian de chaqueta y partido según sean sus intereses.
Los invitados se alojaron en un hotel de lujo del sur de Gran Canaria al que asistieron 150 personas, entre las que se encontraban solo 60 representantes de los más de 8.500 profesionales de las entidades locales que hay en España.
Sin embargo, el alcalde de Santa Lucía de Tirajana, ayuntamiento que aportó 100.000 euros para el evento, se desentendió de la responsabilidad del supuesto derroche de dinero público argumentando que «un alcalde no puede estar al tanto del menudeo de los actos…».
Es el primer encuentro de estas características que se celebra en el país, y, según la alcaldesa del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, sus objetivos son los de «gestionar mejor y gastar menos, aprovechando hasta el último céntimo de los fondos en un horizonte que se atisba incierto tanto geopolítica como económicamente», por lo que «es primordial analizar la problemática de la sostenibilidad financiera, el déficit y la deuda de las Administraciones Públicas en la financiación local»
Creo, Gregorio, que organizar este tipo de congresos es lo mismo que celebrar un encuentro nacional contra el hambre en el mundo con una gran comilona…
Para colmo de irregularidades, en la contrata del evento se utilizó un procedimiento negociado de urgencia y sin publicidad, cuando la normativa actual dice que, siempre que sea posible, se pidan al menos tres propuestas de empresas diferentes, mientras en este caso solo aparece una empresa que organizó todos los actos en un tiempo récord.
Tras una denuncia en la Fiscalía Anticorrupción y según ha publicado el periódico LA PROVINCIA/DLP, «los dirigentes de los propios partidos que gobiernan en San Bartolomé y Santa Lucía de Tirajana critican las tres fiestas de lujo con conciertos privados de 100.000 euros, barra libre y champán Moët & Chandon, que incluso ha resultado bochornoso para la mayoría de los propios habilitados nacionales y funcionarios de las administraciones públicas canarias, que aparecen como beneficiarios de ese dispendio sin haber participado».
En un país más civilizado, estos representantes municipales deberían ser expulsados de cualquier cargo público y condenados a pagar el dinero derrochado.
Un abrazo, amigo, y hasta el martes que viene.
