Memoria de Eugenio Egea

Eugenio Egea Castañeda es uno de los mártires de Los Molinos que se encuentra en proceso de beatificación en la diócesis de Madrid. El arzobispo Carlos Osoro clausura en una semana la fase diocesana de la causa de 140 mártires de la Guerra Civil entre los que se encuentran Rufino Blanco Sánchez y 70 compañeros laicos, uno de ellos Eugenio Egea Castañeda.

En agosto de 1936 este joven gaditano con familia en Canarias tenía 26 años. Era maestro de las escuelas católicas en el madrileño pueblo de Los Molinos y afiliado a los Cruzados de La Esperanza. Los milicianos lo sacaron del pueblo con el cura, lo llevaron a Cercedilla donde lo torturaron y asesinaron. Cuentan los testimonios familiares que «sufrió con entereza» y murió «como otros tantos mártires». Su cadáver nunca ha sido encontrado.

En este tiempo en que acaba de entrar en vigor la ley de Memoria Democrática conviene recordar a víctimas del terror rojo de la izquierda republicana que, aunque con menos tiempo que Franco para ejercer la violencia, también se distinguió por un injustificable sacrificio de miles de españoles.

Solo en Madrid, víctimas de la persecución religiosa, se cuentan 408 sacerdote y 17 seminaristas. En toda España fueron 4.184 sacerdote diocesanos, 2.365 sacerdotes religiosos y 283 religiosas, y más de 2.000 laicos ya santos y beatos, que dieron la vida por la fe en Jesús de Nazaret.

Estas frías cifras deben ser tenidas en cuenta y recordadas por la opinión pública y publicadas como parte de la memoria histórica. El recordado y respetado Juan Negrín López, al que acudieron los sacerdotes claretianos a pedir ayuda ante las matanzas de religiosos, confesó en una carta a su hermano Heriberto, al que casi matan en Alicante, que rechazaba y condenaba los asesinatos pero que nada podía hacer para detener las matanzas que ejecutaban socialistas radicales, comunistas y anarquistas.

La numerosa familia de Eugenio Egea Castañeda que reside en Andalucía, Madrid y Las Palmas de Gran Canaria ya ha recibido la invitación de Carlos Osoro para asistir el 16 de diciembre a la ceremonia religiosa en la catedral de la Almudena. Su primo Eugenio Egea Poggio y María del Carmen Manrique de Lara Castillo-Olivares, ambos fallecidos, son los abuelos del psicólogo Eugenio Egea Molina que, aunque no creyente practicante, ha participado con su testimonio en la causa de beatificación de su pariente siervo de Dios. La creencia y seguimiento de la religión católica ha sido una parte esencial en la vida de la familia, con el inolvidable testimonio de Teresa Egea Manrique de Lara, religiosa adoratriz, nacida en 1934 en Las Palmas de Gran Canaria, donde falleció en 2014.

Eugenio Egea, al igual que sor Lorenza Díaz Bolaños, hija de la Caridad, de Guía; el dominico Tomás Morales, de Carrizal; y el claretiano de Teror José María Suárez, fueron asesinados por la extrema izquierda republicana, dieron su vida por la fe y perdonaron a sus ejecutores.

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