Cartas a Gregorio

La ley de la selva

Vladimir Putin.

Vladimir Putin.

Manolo Ojeda

Manolo Ojeda

Querido amigo. En todas las guerras hay bajas en ambos bandos y, aunque unos y otros estén convencidos de que tanto los supervivientes como los caídos han luchado por su patria honestamente, solo los ganadores tienen derecho a juzgar a sus enemigos en la contienda. Entonces los del bando ganador serán considerados héroes, mientras que los perdedores pasarán a ser criminales, y serán juzgados, condenados y posiblemente ejecutados por los que ganaron la guerra.

Es lo mismo que hubiese hecho Adolf Hitler si hubiese ganado la Segunda Guerra Mundial, Gregorio, y lo que hubiesen hecho los republicanos españoles si hubiesen ganado la guerra contra Franco.

Así los vascos de ETA, por poner un ejemplo, decidieron seguir la guerra por su cuenta y mataron a 900 personas entre policías, guardias civiles, políticos y otros ciudadanos incluido niños. Pero es que, para ellos, la guerra no había terminado.

Por su parte, los ganadores mataron a más de 20.000 vascos durante la guerra y la posguerra, solo que ellos podían juzgarlos y condenarlos según las leyes que, como ganadores, ellos mismos establecieron.

Lo más preocupante de todo esto es que, aunque se podría pensar que estos enfrentamientos armados fueran cosa del pasado, hoy mismo se están matando en Europa rusos y ucranianos en una guerra sin cuartel que según estima EE.UU. ya ha costado 240.000 vidas.

Supongo que, para unos y para otros, matar en esta guerra es una obligación patriótica, por lo que los combatientes están convencidos de que luchan en el lado de los buenos, y así matan y cometen atrocidades sin sentirse criminales.

Y si los ucranianos ganasen la guerra, algo poco probable, condenarían a Vladimir Putin por sus crímenes de guerra. En cambio, y si fuera el ruso el ganador, se le reconocería como un héroe y el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski sería condenado por los crímenes cometidos.

Pero no hay un tribunal internacional que juzgue cuál de los contendientes tenía razón, y es evidente que no tiene por qué ser el vencedor. Sin embargo, la justicia se pone del lado del ganador y en contra del perdedor. Es la ley de la selva, Gregorio, que es como decir la carencia de cualquier legalidad para implantar la ley del más fuerte.

Y pensar que de pequeños en el cine aplaudíamos cuando llegaba el Séptimo de Caballería en las películas del oeste. Los americanos cabalgaban a toque de trompeta para matar a los indios a diestra y siniestra a base de sables y rifles. Pero resulta que los buenos eran los indios, que defendían sus tierras sirviéndose solo de arcos y flechas.

Hoy tendríamos que ser nosotros los que le cortásemos la cabellera a todos estos matones que nos gobiernan.

Aunque para pelos, no sacaríamos mucho de Vladimir Putin ni de Joe Biden. Solo teníamos al “Coleta”, pero ya se la cortó el mismo y se retiró de esta guerra…

Un abrazo, amigo, y hasta el martes que viene.

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