Observatorio

¿Qué pasará con las criptomonedas?

¿Qué pasará con las criptomonedas?

¿Qué pasará con las criptomonedas?

Oriol Amat

Las criptomonedas siguen arruinando a millones de personas. Pese a las advertencias de los altos riesgos, según Statista, en el mundo hay unos 295 millones de inversores en más de 20.000 criptomonedas. En el caso del bitcóin, la criptomoneda más importante, ahora cotiza a 16.217 euros y el precio se ha hundido el 71,2% desde el valor máximo de 56.278 euros de noviembre de 2021. El pasado mes de junio, en esta misma columna, ya hablaba de por qué bajan las criptomonedas y desde entonces el bitcóin se ha hundido un 41,3%.

Y el drama no viene solo por la bajada del precio, puesto que muchos inversores también pierden por los múltiples fraudes. El último escándalo es la quiebra de FTX, una de las plataformas de intercambios de criptomonedas más importantes del mundo y que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares. FTX ha dejado colgadas, además, a un millón de personas a las que debe unos 10.000 millones de dólares. Según Der Spiegel, FTX estaba gestionada desde una residencia de lujo de las Bahamas en la que vivían un grupo de personas poliamorosas, psicólogo de empresa incluido, dirigidas por el fundador, Sam Bankman-Fried, de 30 años, conocido por su afición a los videojuegos, puesto que incluso jugaba en reuniones con inversores. Su patrimonio, según Forbes, llegó a los 26.500 millones de dólares, pero ahora ha quedado en nada. La operativa de FTX era similar a la de una bolsa, haciendo de intermediaria entre compradores y vendedores de criptomonedas. Los compradores indicaban el precio al que querían comprar y transferían dinero a FTX, que quedaba en depósito a la espera de encontrar vendedor. Los vendedores transferían criptomonedas también en depósito, indicando el precio al que las querían vender. Cuando la plataforma conseguía que comprador y vendedor coincidieran en el precio, se realizaba la transacción. Y FTX también actuaba como banco, sin estar regulada, haciendo préstamos. El agujero de FTX se ha producido cuando la plataforma ha utilizado los depósitos de los clientes de manera fraudulenta para tapar agujeros de Alameda, una de las empresas de su grupo.

Llegados aquí nos podemos preguntar qué pasará a partir de ahora con las criptomonedas. El escenario más probable es que continúen bajando, puesto que se ha demostrado que las criptomonedas no son valores refugio y no son independientes de la marcha de la economía general. Y cuando los tipos de interés han subido, se han hundido. El hecho de no estar reguladas por los bancos centrales no las hace más resilientes, sino todo lo contrario. Tampoco protegen contra la inflación, como algunos habían pronosticado. Y referentes del mundo de la economía, como premios Nobel y reguladores, hace años que dicen que las criptomonedas están vacías de contenido y son inútiles como productos de inversión. Si atendemos a estos argumentos las criptomonedas tendrían que ir reduciendo mucho más su valor. Y si no mejora la regulación, seguiremos viendo escándalos. Y también veremos caer entidades y fondos de inversión que han apostado fuerte por las criptomonedas y esto arrastrará a más gente.

Pero, por otro lado, hay muchos deportistas, actores, modelos, raperos y otros famosos, como Elon Musk, que apoyan las criptomonedas. Y me temo que mucha gente, especialmente los más jóvenes y otras colectivos sin cultura financiera, hacen más caso de estos influencers y de la publicidad agresiva que de los premios Nobel y otras personas sensatas. Mientras haya tantos millones de personas que creen en el valor de las criptomonedas seguirán pagando un precio por ellas y, por lo tanto, habrá resistencias para que se hundan más e incluso podrían seguir nuevas subidas.

En resumen, todo apunta a que veremos más quiebras y escándalos alrededor de las criptomonedas. Por eso, lo que conviene es que las autoridades regulen bien estos productos y a las personas y entidades que las promueven, y que solo inviertan en criptomonedas los que las entiendan y confíen en ellas. Y el resto que vayan directamente al casino, si quieren emociones fuertes con sus ahorros, puesto que tanto si ganan como si pierden lo entenderán mejor. Pero no olvidemos que lo que unos ganan lo pierden otros y que los intermediarios, normalmente, siempre ganan.

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