Piedra lunar

Lorenzo, Morera, Ortega (Lexicógrafos isleños)

José A. Luján

José A. Luján

Las lenguas son organismos vivos que están en continua evolución. Cada fin de año, la RAE incorpora al diccionario los términos que los usuarios han utilizado con mayor frecuencia en el año que finiquita. Tras el rastreo realizado por las 22 academias del mundo hispánico con referencia a 2022, se han fijado en el diccionario unas 280 palabras nuevas, además de diversas expresiones lexicalizadas. Los caminos para llegar al meollo de su conocimiento son variados y se suelen abordar en trabajos de doctorado o de fin de grado.

Hubo una época en que las propias facultades universitarias vivían distanciadas de la realidad social, quedando los esfuerzos ceñidos a ámbitos teóricos como no dejó de ser la morfosintaxis y el estructuralismo. En La Laguna, con Gregorio Salvador como mentor, se trabajó esta línea, siendo referente de investigaciones filológicas, llegando a conocerse como la «escuela estructuralista de La Laguna», aplicándose tanto a la lengua como a la crítica literaria.

Todo estuvo fundamentado en el Círculo lingüístico de Praga que continuó con la obra de Saussure. Los lingüistas Jakobson y Trubeztkoy desarrollan el aspecto sociocomunicativo del lenguaje. El centro de los estudios se polariza en las funciones que cumple el lenguaje, y se pone énfasis en la doble articulación: fonema y morfemas y en la dicotomía sincronía y diacronía.

Años más tarde, desembarca la sociolingüística de la mano de Humberto López Morales, de la escuela de Puerto Rico, teniendo en el horizonte el uso en sectores sociales y ofreciendo la confianza en su manejo cotidiano.

Sin menoscabo de las aportaciones de distintas escuelas europeas y angloamericanas, en el marco de la autonomía programática de los departamentos, algunos profesores tomaron el camino de escudriñar la propia realidad canaria, y empezar a ofrecer confianza en la modalidad del habla de las islas. Lo logran de manera progresiva, mediante trabajos de campo, realización de cuestionarios con hablantes tanto urbanos como rurales, fijando de manera incuestionable los modismos isleños, con el rechazo de los vulgarismos.

Esta tarea llevada a cabo en equipo tuvo visibilidad en los filólogos Antonio Lorenzo, Marcial Morera y Gonzalo Ortega, que basculaban entre la didáctica, la propia enseñanza del idioma y la innovación metodológica. El entusiasmo prendió tanto en el alumnado como en la consolidación investigadora y la publicación de diccionarios, con la consecuente redefinición de términos usados en la vida cotidiana.

El trabajo de investigación de estos tres profesores ha sido reconocido por el Colegio de Doctores y Licenciados de Tenerife en colaboración con la Junta de Cronistas oficiales de Canarias. La justificación laudatoria fue realizada de manera brillante por el catedrático Manuel Torres Stinga. Estos profesores han caminado en paralelo por la vida académica y dedicado su tarea profesional a la docencia y a la investigación, aparte de haber alcanzado el grado de catedráticos. Han sido miembros fundadores de la Academia Canaria de la Lengua en la que han ostentado cargos directivos.

Marcial Morera (Fuerteventura, 1954), miembro del Instituto de Lingüística «Andrés Bello» y del Instituto de Estudios Canarios, director de la cátedra cultural «Miguel de Unamuno» y miembro de la Comisión para el estudio del silbo gomero.

Por su parte, Gonzalo Ortega (Teror, 1954) cursa Filosofía y Letras en La Laguna, siendo profesor desde1977 y catedrático de Lengua Española desde el año 2000. Su investigación se centra en la Dialectología Canaria, con la publicación de varios diccionarios de regionalismos. Desde 2001 es miembro de la Academia Canaria de la Lengua, habiendo ostentado la presidencia entre 2012 y 2015. Como creador literario, Gonzalo Ortega ha publicado cuatro colecciones de cuentos, la novela El patio de las flores y el libro de aforismos Esgrima de los días.

El profesor Antonio Lorenzo Ramos (Los Silos, Tenerife, 1936) es profesor de Primera Enseñanza, Licenciado en Filosofía y Letras y Doctor por la Universidad de La Laguna. Desde 1969 y hasta su jubilación en 2006, fue profesor de la propia universidad donde impartió asignaturas relacionadas con la Dialectología Hispánica, durante más de veinticinco años y, tras su jubilación, fue nombrado Profesor Emérito. Entre sus publicaciones destacan El habla de Los Silos; Sobre el español hablado en Canarias; y el Diccionario de canarismos en colaboración con Morera y Ortega. Fue Decano de la Facultad de Filología. Es fundador de la Academia Canaria de la Lengua, de la que ha sido vicepresidente y presidente. Su interés por la literatura se refleja en su poemario Imitación de los clásicos, y en un libro de relatos cortos.

Con estos investigadores, nuestra modalidad idiomática queda respaldada en el centro del mundo hispánico.

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