Retiro lo escrito

Feliz no cumpleaños

Ángel Víctor Torres, Román Rodríguez, Julio Pérez y Noemí Santana. |

Ángel Víctor Torres, Román Rodríguez, Julio Pérez y Noemí Santana. | / ANDRÉS GUTIÉRREZ

Alfonso González Jerez

Alfonso González Jerez

Una curiosidad previa: el origen de la destitución del viceconsejero de Administraciones Públicas del Gobierno de Canarias, Manuel Martínez, que según explicó su hasta anteayer superior, el consejero Julio Pérez, quería marcharse porque le resultaba muy duro compaginar su cargo ejecutivo con el de diputado y secretario de Organización del PSOE de Tenerife. También fue cesada la directora general de Función Pública, Montserrat García, porque al parecer piensa concurrir en las pruebas abracadabrantes que se preparan para estabilizar plazas en la administración. Pero si en ambos casos se trata de decisiones derivadas de su voluntad, ¿por qué no dimiten y es el Gobierno quien debe cesarles? Algunas voces malvadas aseguran que es por las perras. Según esta interpretación, si dimites pierdes el derecho al seguro de desempleo, como en cualquier otra situación laboral. Si te destituyen puedes pedirlo y tal vez te interese eso más que los tres meses que te quedan como diputado –puedes redondearlo con las dietas– o el tiempo que tardes en tomar posición como funcionaria. Es curioso que nadie haya preguntado al respecto al señor Pérez. (Curioso, pero no demasiado raro).

Lo del PSOE canario no es propiamente una campaña electoral. Personalmente me recuerda más las fiestas de no cumpleaños que celebraba noche y día el Sombrerero Loco. Cuando Alicia lo encontró de jolgorio alrededor de una mesa llena de tartas y bocadillos y tazas de té la niña le dijo que ella tampoco cumplía años ese día y el Sombrero saltó de pura alegría:

– ¿De veras? ¿Seguro? ¿No es extraordinario?

Por supuesto, el Sombrero Loco es Ángel Víctor Torres y Alicia cualquiera de las jóvenes o maduras consejeras, talentosas e incansables, que derrama la socialdemocracia canaria como el té de la tetera del chiflado. Incluso admiten a Yaiza Castilla, porque este Gobierno es muy unitario y al fin y al cabo todos son muy progresistas, y basta con observar detenidamente a la señora Castilla para descubrir que es clavada a Rosa Luxemburgo. Saca un enorme reloj de su bolso de Carolina Herrera, lo escruta y le comenta a Torres:

– Si mis datos son exactos el año pasado, definitivamente, tuvimos 12.608.551 turistas…

– ¿De veras? ¿Y quién era el presidente del Gobierno cuando se consiguió ese hito his-tó-ri-co?

– Por supuesto que tú y nadie más que tú.

– ¿No es extraordinario, querida? ¿Quieres un pedacito de bizcochón?

– Es muy grande y los tur- operadores me tienen a dieta.

– No, si este cacho es para que se lo lleves a Casimiro…

En todos los ámbitos es exactamente igual. Quizás todavía no disfrutamos de un banquete, pero paciencia, Canarias es ya una merienda interminable bajo la sonrisa del Sombrerero. Toda esta chifladura –las tartas, los bocatas, el té– depende de fondos extraordinarios procedentes de Bruselas y Madrid en una etapa que no se prolongará y bajo unas condiciones excepcionales, a lo que se suma una recaudación fiscal disparada.

Mientras tanto la muy modesta clase media canaria sigue su proceso de pauperización, aumenta la desigualdad social, el precariado se ríe de las tonterías yolandistas, el 20% de los pacientes canarios no consiguieron cita médica en 2022, con enfermos que deben orinar en botellines de agua en unas urgencias aclimatadas al colapso y nuestras universidades no tienen un duro. Pero deseo a la inmensa mayoría, en nombre del Sombrerero Loco, un feliz no cumpleaños.

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