Retiro lo escrito

Nada que investigar

Existe es preocupación en ámbitos socialistas porque algunos temen que la investigación policial ordenada por el juzgado implique directa o indirectamente a otros cargos públicos y funcionarios

El exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes, durante la noche electoral de mayo de 2019

El exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes, durante la noche electoral de mayo de 2019 / Carlos de Saa/EFE

Alfonso González Jerez

Alfonso González Jerez

El PSOE de Canarias cree que ya ha superado el escándalo suspendiendo de militancia al exdirector general de Deportes, Taishet Fuentes y al diputado y tío suyo, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, que además ha dimitido velozmente. Imagino que es cuestión opinable, pero no me lo parece. El Gobierno de Canarias está democráticamente obligado a abrir una investigación interna –al margen de la que emprenderá la autoridad judicial– para intentar saber lo que ha ocurrido. Porque los directores generales, para conceder con su firma una subvención (bien) o para desviar fondos a determinadas personas o empresas (mal) deben armar procedimientos administrativos en los que participan funcionarios públicos. Asombrosamente el secretario general de los socialistas canarios y presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, no lo ha hecho. El pasado miércoles, durante el último pleno parlamentario, Torres y su vicepresidente, Román Rodríguez, mantuvieron una larga reunión, y dicen los que todo lo dicen que hablaron del asunto con la información económica disponible sobre el caso. Lo ignoro. Pero lo que sí existe es preocupación en ámbitos socialistas porque algunos temen que la investigación policial ordenada por el juzgado implique directa o indirectamente a otros cargos públicos y funcionarios. Menudean los rumores sobre supuestas grabaciones no solo de Taishet Fuentes, sino de algún figurón del partido garantizando a otros compañeros que Fuentes no solo era eficiente, sino honrado, o tal vez todo lo contrario, y que por eso mismo (y por su ilustre prosapia) había que respaldarlo en su objetivo de convertirse en candidato a la Alcaldía de Antigua

Y si no se producirá investigación alguna en el Gobierno no la esperen ustedes en el PSOE. Ángel Víctor Torres es un líder que ha renunciado desde el primer minuto en dirigir el partido, si es que el PSOE del siglo XXI es dirigible, que sospecho que no. Su modelo de acción interna me recuerda mucho la de uno de sus predecesores, Juan Carlos Alemán, cuyo criterio de gobernanza era sencillo: yo dejo a los secretarios insulares y a los alcaldes que hagan lo que estimen oportuno en sus respectivos territorios y ellos, a cambio, me siguen votando como secretario general. Alemán jamás entró en un Gobierno, pero Torres preside uno, con toda su frondosa capacidad para repartir cargos y prebendas, pero sin consecuencias. Le ocurre un poco, en este aspecto, lo que le pasa con los fondos europeos: no sabe cómo utilizar el poder entre los suyos. Intuye que para su supervivencia a largo plazo es más peligroso cometer errores graves en el partido que en el Consejo de Gobierno. De no haber alcanzado el poder en mayo de 2019 es más que dudoso que hubiera sido el candidato en mayo 2023. Por eso consoló a Blas Acosta, secretario general del PSOE de Fuerteventura, con una Viceconsejería de Economía e Internalización cuando se vio obligado, por dos escándalos judiciales, a abandonar la presidencia del Cabildo majorero. Es curioso: la situación procesal de Acosta era lo suficientemente grave para dimitir como presidente, pero no tan escabrosa como para no ser nombrado viceconsejero del Gobierno autonómico. De la misma manera, el señor Fuentes era lo bastante esquinado e inepto para resultar destituirdo como director general de Ganadería, pero ni su incapacidad, ni su gandulería, ni sus silencios impidieron ser encabezar la lista al ayuntamiento de Antigua, con todo el apoyo de Blas Acosta, por supuesto, que controla milimétricamente la organización socialista en Fuerteventura – y que en su día contribuyó meritoriamente a que Torres se engrandeciera como candidato presidencial del PSOE.

¿Investigación? Para nada. Si aún Torres y sus oliveras son incapaces de explicar cómo desaparecieron cuatro millones de euros en mascarillas inexistentes ni quien es el responsable político de semejante descalabro patrimonial…

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