Tropezones

Resetear

Imagen de archivo del Peñón de Gibraltar.

Imagen de archivo del Peñón de Gibraltar. / Reuters

Lamberto Wägner

Lamberto Wägner

J.C. suele darme la brasa con el tema de Gibraltar, su obligada reintegración territorial a España, la ilegal ampliación de superficie de la roca, su apropiación del litoral, etc.

Hasta que el otro día decidí revertir el chorreo, y le llamé la atención sobre un nuevo atentado a la integridad hispana, merced a la paulatina colonización larvada del idioma español por parte del inglés. Y no digo «por parte del idioma de Shakespeare» porque la mayor parte de los anglicismos que asaltan el español suelen ser de nuevo cuño, posteriores a la época del literato.

La cosa viene de viejo, pues tiene su arranque en el arraigo lingüístico de los deportes, al haber nacido o florecido muchos de ellos en tierras inglesas.

Del golf nos hemos quedado con el par, el tee, el green o el caddie.

En el tenis seguimos diciendo set, lob, smash, tie break o ace, con variadas pronunciaciones. Y ello a pesar de los esfuerzos autóctonos por sustituir los anglicismos por manga, globo, remate, muerte súbita o saque directo.

Del fútbol no digamos, pues tanto el gol como el penalti figuran ya en la RAE. Y aunque se pueda defender la variante española del corner o el off-side, supliéndolos con el saque de esquina y el fuera de juego, su incorporación al español se resiste, y en muchos casos termina abortando. ¿O alguno de ustedes osaría utilizar en la conversación el término balompié?

La cultura inglesa también aporta lo suyo: me enteré el otro día que entre las palabras favoritas en reciente encuesta a los anglohablantes destacaban «serendipity» y «melifluous».

Pues bien, sin meterme en jardines etimológicos, casi apostaría a que la española «serendipia» también fue osmotizada en su día, a pesar de contar ya el idioma con la similar «chiripa».

Pero por supuesto que donde más se pone de manifiesto la influencia inglesa es en el inevitable contagio de la pujante cultura americana. Si en el ámbito de la gastronomía la comida rápida o la comida basura han dejado pocos términos permanentes, en el de la cinematografía, con sus castings, sus rankings y sus ratings sí se han dado asimilaciones de términos, algo inevitable teniendo en cuenta también el impacto de sagas como La guerra de las galaxias, El Señor de los Anillos, o las novedosas técnicas de filmación introducidas por Hollywood. Pero también con alguna adopción memorable, como la nueva acepción de secuela, como continuación de una película, o su más sorprendente variante, la precuela. Por no mencionar la contaminación del inglés en los países sudamericanos, con sus carros y sus livings, más expuestos todavía por la proximidad y la influencia en todos los ámbitos de los EEUU.

Aunque donde más ha cundido la sibilina introducción de palabras anglosajonas, y donde más vigilancia habrá de imponer la RAE en los nuevos términos a incorporar en su diccionario, es en la esfera de la tecnología, en pura lógica dado que gran parte de las técnicas innovadoras y los consustanciales términos novedosos se dan en el idioma anglosajón que por desconocimiento o por pereza son adoptados literalmente en español. Y frecuentemente sin necesidad, dada la riqueza del idioma español y su fecundidad en la formación de nuevas palabras.

Qué les parece la expresión escuchada hace unos días, online por supuesto: «Habrá que resetear a otro level». ¿Por qué no «reiniciar a otro nivel»?

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