Al azar

El dinero está más inseguro en Suiza

La descentralización de las criptomonedas impulsa su crecimiento ante la quiebra de SVB.

La descentralización de las criptomonedas impulsa su crecimiento ante la quiebra de SVB.

Matías Vallés

Matías Vallés

La buena noticia para la banca es que se va a librar del impuesto de Sánchez sobre sus beneficios, y podrá cobrar los bonos sociales a entidades vulnerables. Nunca ha sido mejor momento para no tener dinero, ahora resulta que está más inseguro en Suiza, el país que solo ha inventado los paraísos fiscales y el reloj de cuco. Si los perceptores de sobornos no pueden fiarse ni de las cuentas cifradas, qué quedará de la corrupción. A nadie puede sorprenderle que los miembros dañados del Parlamento y del Europarlamento vuelvan a cobrar en billetes, un método de dudosa higiene frente a la escrupulosa limpieza de las transacciones electrónicas.

El funcionamiento de la banca es un arcano, pero sus crisis resultan muy fáciles de estudiar. Cada vez que un erudito financiero anuncia que las quiebras de entidades no son contagiosas y que esto no es 2008, la Bolsa retrocede unos dígitos. Los mecanismos de rescate bancario también son inmutables. Si te falta poco dinero, el Estado te persigue con saña. Si te falta mucho dinero, el Estado te rescata sin reparar en gastos. La innovación del colapso en curso son las deudas en criptomonedas. Al tratarse de dinero ficticio, los bancos que lo han perdido pueden inflar artificialmente la cifra que necesitan para seguir engañando a su clientela.

Es curioso que los apóstoles de una crisis controlada, tan parecidos a los epidemiólogos de una covid domesticada, nunca adjunten el desafío «y si cae un banco más, pagaré un millón de euros». Opinan epidérmicamente, pero no se juegan la piel. Mientras se demuestra que la OMS y el FMI cumplen la misma función fraudulenta, afloran las primeras certezas. Nadie puede asegurar que hoy mismo no caerá otro banco, pero se puede jurar sin riesgo a equivocarse que ningún banquero será encarcelado en el próximo siglo, por haber creado una conmoción que ha empobrecido a las clases medias. Porque la alta finanza es un mecanismo muy sencillo. Cara, yo gano. Cruz, tú pierdes. Y así sucesivamente.

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