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Opinión

Josué Duarte Pérez

Cuatro locos de Lanzarote

El pisar calle y hablar de primera mano con los jugadores nos ha permitido entender la importancia de seguir luchando por crear comunidad local de equipos de esports

Entrega de premios de la Esports Competition en 2021 en Arrecife.

Entrega de premios de la Esports Competition en 2021 en Arrecife. / Ayuntamiento de Arrecife

LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas abre todos los lunes un espacio de debate, en colaboración con eSport Talent Canarias, sobre la práctica de los deportes electrónicos (eSports) escritos por gamers, psicólogos, profesores, abogados, economistas, médicos y especialistas deportivos, en comunicación audiovisual y nuevas tecnologías, que ofrecerán un análisis exhaustivo y novedoso para conocer una actividad que no solo es deportiva sino que tiene importantes repercusiones educativas, económicas, jurídicas, culturales y sociales.

Era casi verano de 2016, cámara en mano me encontraba dispuesto a grabar un concierto en el auditorio de los Jameos del Agua, ejerciendo la profesión de la que vivo desde casi una década, cuando me llegó la noticia de que la Tenerife Lan Party iniciaba su undécima edición en el mes de Julio.

Mis impuestos, como la de todos los canarios, se destinaban una y otra vez a macro eventos tecnológicos en la isla de Tenerife. No existía nada más allá. Los gamers que queríamos adentrarnos en el mundo competitivo de videojuegos a nivel presencial teníamos que coger un billete de avión, viajar hasta Tenerife, pagar alojamiento y por supuesto pagar la entrada al evento. Como siempre, me sentía canario de segunda categoría por vivir en la isla periférica más al este del archipiélago a más de 400 kilómetros de distancia hasta llegar a Tenerife.

La queja de buena parte de la comunidad gamer de Lanzarote y Fuerteventura, que comenzaba a arder en foros y grupos de WhatsApp y Facebook, impulsaron el nacimiento de lo que es hoy la mayor red de torneos presenciales de videojuegos de Canarias; la Esports Competition.

Una competición de deportes electrónicos que desde sus comienzos huyó de las tendencias de las grandes industrias de esports y se centró en llegar hasta aquellos lugares donde nadie quería ni se atrevía a ir. ¿El objetivo? Encontrar a los mejores jugadores de esports de Canarias mediante la realización de torneos municipales donde los jugadores y equipos luchasen por clasificarse a nivel insular y posteriormente representar a su isla a nivel autonómico.

Nos llamaban locos. Las grandes empresas del sector se mofaban de aquellos cuatro don nadie que desde una pequeña isla no capitalina de Canarias pretendíamos realizar una liga de videojuegos tal y como los gamers querían.

No había ni hay apenas presupuesto. Ninguno vivíamos ni vivimos del sector de los esports, pero todo el equipo teníamos y seguimos teniendo algo en común: somos gamers y tenemos muchas ganas.

Así fue como un productor de programas de televisión como yo, se juntó con una productora de eventos, una productora audiovisual y una empresa de sonido, iluminación y animación (4 amigos) para juntos crear una red de torneos de abajo hacia arriba, con charlas formativas y educativas, con talleres durante todo el año y con el impulso que la comunidad necesitaba para comenzar a crear una liga 100% canaria que fomentase la creación de equipo locales y que reconociera el talento de los gamers de cada rincón del archipiélago.

Arrecife fue el primer municipio, al que se le sumó Tinajo, Yaiza y Teguise junto con el Cabildo de Lanzarote a través del cual enfrentamos a los cuatro en un clasificatorio insular.

Se sumó Fuerteventura con La Oliva y Puerto del Rosario así como Tenerife con La Laguna.

Otros tantos repitieron (Arrecife por tercera vez, Yaiza por segunda vez...) y en cada ocasión se fue ampliando el proyecto con charlas educativas en institutos de la mano de profesionales como Nira Santana (licenciada en Bellas Artes y Máster en Estudios Feministas, Políticas de Igualdad y Violencia de Género por la Universidad de La Laguna, y Experta en Diseño de Videojuegos por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ) y por supuesto no me puedo olvidar de los Talleres Formativos, proyecto que municipios como Arrecife acogieron con el objetivo de formar a los jóvenes de la localidad en la formación de equipos de deportes electrónicos, enseñarles a jugar, que se conocieran entre sí y además darles la oportunidad de competir con los equipos formados en el taller y clasificarse en la final de la Esports Competition de ese año.

Importante fue también nuestro empeño por presionar a los ayuntamientos para que destinasen locales públicos y material gaming para el entrenamiento de jugadores y equipos de esports locales, de manera presencial, permitiendo que los jóvenes del municipio tuviesen un lugar al que acudir. Fruto de ello fue el compromiso del Ayuntamiento de Arrecife quien ha cedido hasta Junio un espacio público y abierto con consolas, portátiles gaming y juegos de mesa, dinamizado con monitores y abierto a cualquier joven residente en la localidad cada viernes y sábados por la tarde.

El pisar calle, hablar de primera mano con los jugadores, que son al fin y al cabo el peso sobre el cual se sostiene toda la industria de los deportes electrónicos, nos ha permitido entender la importancia de seguir luchando por crear comunidad local de equipos de esports y seguir reconociendo el talento de los gamers y profesionales del sector residentes en los municipios más recónditos de Canarias consiguiendo a día de hoy, y sin quererlo, llamar la atención incluso fuera de nuestras fronteras, donde son varias las empresas del sector que nos miran, nos preguntan y sobre todo, repreguntan, curiosos por entender cómo es posible que hayamos hecho lo que hemos hecho, cuatro locos de Lanzarote.

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