Artículos de broma

El abusón elige la cara

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva / Europa Press/Contacto/Frederico Brasil

Javier Cuervo

Javier Cuervo

Mato Grosso do Sul en Brasil quiere arreglar el acoso escolar estropeándolo y ofrece a niños y adolescentes víctimas de «bullying» operaciones de cirugía estética gratuita. El estado tiene 2,62 millones de habitantes y registró el año pasado 150 casos de puteo escolar. La ocurrencia del gobernador no se debe tanto a que Mato Grosso sea un infierno del acoso escolar como que Brasil es el paraíso de la cirugía plástica.

Operar a adolescentes para que sus compañeros no les incordien con lo que consideran sus defectos es dar la razón a los abusones, que señalan algo que se debe corregir. ¿Por qué no dejar que la pandilla estrujadora elija el aspecto de su víctima en el catálogo del cirujano? Porque se corre el riesgo de que prefieran empeorarlo para que su risa sea mayor y su maldad más efectiva, señor gobernador. Mejor se educa al matón para la vida.

No estigmatizo la cirugía estética, pero su carácter de «normalizador» según los cánones fantásticos de la publicidad y las relaciones públicas aumentan los problemas sociales a la vez que la facturación de sus carteras. El canon occidental femenino nunca fue más exigente y menos variado y el parecido de los arreglos faciales da un aire de familia quirúrgica que ya no se llama «cara guapa» ni «cara arreglada» sino «cara de rica».

Parte del lío transgénero -que pronto será transhumano con la cibernética- está en la solución quirúrgica. Siempre ha habido personas incómodas con sus características sexuales, pero hasta hace menos de medio siglo no había llegado la cirugía al crimen o al rescate. Al crimen, porque las primeras que se hicieron eran carnicerías. En «Interviú», al inicio de los 80, vi una operación a medio tránsito hecha en el norte de África, en la que la paciente posaba emasculada para pagar el proceso.

Las operaciones resultantes son más estéticas que funcionales: dejan a las personas aparentando lo que sienten ser sin las prestaciones completas asociadas como la capacidad para reproducirse o tener orgasmos. Es su elección. Que sea adulta y consciente para ser libre.

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