Retos de los videojuegos y los esports

Kevin Vázquez del Castillo

Kevin Vázquez del Castillo

Aunque ya está más aceptado que las personas jueguen a videojuegos todavía queda mucho por avanzar y desarrollar. Actualmente hablamos bastante de los esports como entretenimiento y negocio creando contenido para la gran variedad de videojuegos que existen y que se puede adaptar a una diversidad de gustos, sin embargo, existe un reto educativo que también hay que contemplar. Para ello debe haber una estructura que, desde la cantera, entrenadores formados puedan educar en el mundo competitivo antes de llegar directamente a las competiciones de alto nivel y que lamentablemente los jugadores se retiren con 23 años. Para guiar a los jóvenes al mundo competitivo esta estructura va a ser fundamental y podremos utilizar ejemplos del deporte para hacerlo bien, sin embargo, hace falta tener a profesionales preparados y un apoyo de las instituciones para que ser pioneros en este sentido.

Los videojuegos han estado creciendo desde que se crearon, aunque cada vez lo hacen más rápido, y a partir de ellos se ha generado todo el ecosistema de los esports que le aporta un gran valor y que va a suponer un importante impacto económico en los próximos años. En España estamos acogiendo grandes eventos como Dreamhack que con su última apuesta competitiva realiza los Esports City League, es decir, una competición en diferentes ciudades del país realizando una final en su ya histórico evento en Valencia. Esto permite que no todo esté centralizado en el mundo profesional de Liga de Videojuegos Profesional (LVP) en España a la que sólo algunos equipos pueden acceder, sino que también se le da valor a gamers amateurs con talento de nuestro país. Además, en España tenemos estudios de desarrollo de videojuegos y profesionales que están muy reconocidos internacionalmente por lo que no sólo utilizamos los videojuegos, sino que también tenemos el potencial para crearlos, aunque todavía es necesario apostar más por esta industria para aprovechar todo lo que nos ofrece.

Otro reto, la accesibilidad. En estos últimos días estamos viendo avances con las tecnologías que van a mejorar la inclusión de personas con discapacidad, pues Play Station ya ha creado su mando adaptado «Access Controller» para la PS5 publicando los primeros prototipos en los que se podrá adaptar tanto los botones como los joysticks, con una plataforma de 360 grados y conexiones para añadir mandos externos adaptados. Además, este mando va a permitir tener un mayor control de sensibilidad, pues se podrá adaptar a la fuerza y los rangos de movimiento que necesite el usuario. Otro ejemplo reciente es la apuesta de KPI Gaming, uno de los clubes grandes de España que en sus directos del videojuego Valorant va a incluir una persona intérprete de lengua de signos español a tiempo real para que personas sordas puedan disfrutar del contenido. En esta línea también trabaja la startup Bringlife, que tiene el objetivo de mejorar las comunicaciones entre jugadores de esports y desarrolla otros proyectos tecnológicos con objetivos sociales.

En cuanto a los comportamientos online vemos que existen conductas inapropiadas como pueden ocurrir en cualquier otra actividad o incluso en el deporte. En el mundo digital debemos tener en cuenta el anonimato tras el que se puede esconder cualquier persona que pueda tener este tipo de conductas. No es algo tan fácil de identificar como unos padres que gritan desde una grada, sino que están ocultos tras nicknames y una pantalla. Para este reto ya hemos visto la solución que hace unos meses inició la policía de Noruega que se introduce en los videojuegos para controlar y evitar este tipo de situaciones. Por otra parte, sabemos que los propios publishers están tomando medidas dentro de sus servidores y en la creación de contenido se están utilizando moderadores. Este apartado da mucho sobre lo que hablar y es por ello que se está analizando científicamente cuáles son este tipo de conductas tóxicas para identificarlas a través de una investigación que realiza Sergio Paredes en la Universidad Católica de Murcia, lo cual nos va a permitir crear programas de intervención como el que actualmente lleva a cabo Nira Santana en centros de Educación Secundaria de Canarias.

Me alegra ver que existen todos estos retos y que ya hay algunas iniciativas para abordarlos, esto significa que se está introduciendo en la sociedad y que se le está dando más importancia a algo que hace unos años era nocivo o irrelevante mientras que ahora ya tiene a muchas personas con talento trabajando detrás y en constante crecimiento.

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