Opinión | El palique

El mundo insostenible

La Asamblea General de la ONU celebra su Debate General anual de alto nivel

La Asamblea General de la ONU celebra su Debate General anual de alto nivel / JUSTIN LANE

La situación del mundo es insostenible, vino a decir el secretario general de la ONU en una asamblea que parece un congreso de cenizos y donde se ha puesto de manifiesto que Oriente Medio vive al borde del abismo y que la diplomacia está fallando. «Los países que pueden destruir el mundo no nos escuchan», se lamentaba un alto dignatario.

El pesimismo entra por la ventana por donde se cuelan ruidos de gaviotas, automóviles renqueantes de currelas que dentro de poco, por no poderse gastar 30.000 trompos en un coche eléctrico, no podrán llegar al centro de la ciudad. Se cuela el ruido que hace la persiana de un comercio, levantada por un cuarentón con sobrepeso al que tal vez la jornada se le esté, ya, haciendo cuesta arriba. El mundo sigue y en la panadería que está abriendo se despacharán hoy cientos de barras de pan –no sé qué hemos hecho con la palabra hogaza– que irán a las mesas de hogares en los que tal vez se hable del fin del mundo pero también de qué hacer este fin de semana, de cómo va el chaval en la Universidad o de la deriva absurda que ha tomado la serie que vieron anoche.

El tiempo se dulcifica y la luz del otoño se impone, en algunas latitudes apetece manta fina y en este momento alguien comenta la necesidad de hacer el cambio de armarios. El mundo se acaba para la chica joven que hoy termina contrato, se acaba para aquel que cuida a su padre en un hospital, para quien despide a su hijo en un frío aeropuerto, para quien recibe una carta de Hacienda o el comentario hiriente de alguien a quien admiraba. Todos los días se nos acaba el mundo y nos cargamos de ira si el semáforo no se pone de una vez en verde, si tardan en atendernos en el bar o si se ha fundido la bombilla del baño. Pequeños contratiempos que hacen girar al mundo o lo detienen por un instante. Hay peligro de guerra general y el mundo contiene la respiración como la contiene el que abre el resultado de una prueba médica en un pequeño pueblo remoto.

En ese respirar y contener, temer y vivir nos vamos balanceando. Viviendo, que no es otra cosa que surfear lo insostenible.

Tracking Pixel Contents