Debate y renovación

--Vamos a abrir el diálogo para modernizar Nueva Canarias –proclamó con su voz mejor abaritonada Román Rodríguez -- y transformarlo en un partido más moderno…

--Y más transversal -- agregó Luis Campos.

--Y más feminista – exigió Carmen Hernández

--Abierto a todo el mundo – gritó casi Esther González -- altos y bajos, peludos y calvos, feos y feas…

--¿Feos y feas? –preguntó atónito Carmelo Ramírez

--¿Qué tienes tú contra las feas? Aquí huele a machismo rancio…

--Yo nada, nada… Feos y feas, altos y muy chiquititos…

--¡Incluso enanos! –se exaltó Luis Campos -. No nos enajenemos a los enanos nacionalistas, que pueden parecer pocos pero…

--Yo no me referiría a enanos explícitamente – tosió Ramírez, algo mosqueado.

--¿Qué te parece Pedro? ¿Qué te pasa? Joder, creo que se ha dormido otra vez. Luis, pásale frente a la cara un platito de gambas de Huelva, que así se despierta…

Así lo hizo el portavoz parlamentario y Pedro Quevedo dio repentinamente un respingo.

--¡La bandera azul! Estaba soñando que perdía la bandera azul en Las Canteras y gracias a eso sufrían ahogaduras y calambres todos los votantes del PP y Coalición Canaria…

--¿Y a los socialistas?

--A los socialistas no les pasaba nada. A ver con quien íbamos a gobernar si no…

--Ya perdiste la bandera azul, Pedro.

--¿De verdad? Entonces solo faltan que se ahoguen.

--Bueno. Recapitulemos. Yo quiero ser generoso con esa minoría ínfima de alcaldes que pretenden moverme la silla cuando apenas llevo 19 años como presidente del partido…

--Es indignante – Esther González escupía las palabras en vez de pronunciarlas --. Isabel II estuvo 70 años en el trono inglés y ni siquiera era una dirigente democrática.

--Buena observación, igual la metemos en la nota de prensa. A un lado la monarquía. Al otro el nacionalismo de izquierda. Y al centro una síntesis perfecta: yo.

Todos aplaudieron, emocionados. Quevedo se durmió de nuevo.

--Propongo adelantar el Congreso de NC a julio de 2025. Supone un adelanto de nada menos que cuatro meses pero espero que podemos enfrentarnos a semejante vértigo. Y que esos alcaldillos, que como alcaldillos tocanarices me merecen el máximo respeto, tengan dos puestos más en el Consejo Político y puedan mirarme libremente a la cara. Esto es un partido democrático. La gente me puede mirar a la cara sin que nadie tome represalias. Si insisten es otra cosa.

-- ¡Si es que estás como una uva! – le felicitó Carmen Hernández con lágrimas en los ojos --. ¡Y sin ponerte colágeno todavía!

--Ahí está el lema del Congreso: «Ni colágeno ni Coalición: es pura renovación».

--Perfecto. Todos de acuerdo. Que alguien le mande a Teo un burofax con nuestra decisión. Y que despierte de una vez.

-- ¡Ya estoy despierto! –interrumpió Quevedo --. Soñaba que me devolvían la bandera azul y me sonaba los mocos y… n

Suscríbete para seguir leyendo