No olviden todo esto

Lo dice la sentencia. 20 años de prisión para Dominique Pelicot por drogar y violar a su mujer y culpables los otros 50 acusados, aunque alguno saldrá libre por atenuante o por condenas que se cumplen en libertad. Fueron semanas de juicio, con muchas lecciones, pero que no se olvide todo esto del caso Pelicot.

Es ella la que ha dado la cara, la que no se ha escondido, la abanderada de que la vergüenza cambie de bando, la que no ha callado en juicio ante preguntas humillantes. Pero que no se olvide que para ella esto no acaba. Vivirá cada día sabiendo que sufrió centenares de violaciones en 10 años y que su cuerpo acumula los efectos de casi 700 dosis de Zolpidem para violarla, según el fiscal.

Gisèle ha demostrado que la violencia sexual en la pareja existe. Pero que no se olvide que ese hombre «normal» no era un monstruo porque ningún trauma infantil exime de los delitos. Dice él que fue un error, pero lo repitió, lo repitió y lo repitió porque quiso.

Que no se olvide que la violencia sexual es estructural porque son 50 tipos normales y no enfermos, de todas las edades, de diferentes clases y trabajos. 50 tipos de los que ni uno paró y ni denunció. 50 tipos con parejas, hermanas o madres diciendo que eran hombres excepcionales.

Que no se olvide que estos 50 dicen que no son violadores, pero tenían material de explotación sexual infantil, otro dispuesto a usar la misma droga para violar a su esposa hasta 12 veces, otro que dijo «¿si el marido me ha dado el consentimiento qué voy a hacer?», otro que sostuvo que pensaba que estaba muerta pero aun así la violó u otro que la agredió sin condón siendo seropositivo.

Que no se olvide que detrás está la cultura de la violación. De hombres educados en el porno salvaje y perverso, de tipos que callan cómplices y que en el juicio ha habido preguntas y agentes que han participado de ello. Una de las abogadas de los acusados hizo hasta un vídeo bailando mofándose de Gisèle.

Que no se olvide que 200 hombres en Francia firmaron una carta donde afirmaban: «No es un asunto de monstruos, sino de hombres corrientes», «todos los hombres, sin excepción, se benefician de un sistema que domina a las mujeres».

Y que no se olviden estas preguntas… ¿Qué hubiese pasado si el primer vigilante de un centro comercial no hubiese visto o llamado la atención de Dominique fotografiando bajo las faldas de las mujeres? ¿Qué hubiese pasado si, después de dejarlo en libertad, uno de los agentes no hubiese pedido un registro de la casa? O ¿qué hubiese pasado si no hubiesen existido imágenes de Gisèle siendo violada y drogada? Respondan por doloroso que sea: que Gisèle seguiría siendo drogada y violada, que habría hombres dispuestos, que de ella haber denunciado dirían que se lo inventaba o que consentía, y que Dominique y esos 50 violadores seguirían en la calle. Como, recuerden, están los otros más de 20 que no pudieron ser identificados en las imágenes pero que ellos hoy, ante la sentencia, saben que tendrían que estar ahí. Quedan, pues, violadores en la calle.

Vimos la portada de Time con un Donald Trump, condenado por abuso sexual, como hombre del año. Gisèle debería estar en esa portada pero ahí queda como declaración de la complicidad machista. Gracias a quienes no guardaron silencio. Gracias al movimiento feminista por crear conciencia. Y gracias, Gisèle, por tanto. Ojalá puedas recuperar la vida que este hombre te arrebató.