Opinión | Retiro lo escrito

El exorcismo

Ramírez es el máximo responsable operativo de la ruptura de media docena de fuerzas políticas de ámbito local o vecinal con NC

Carmelo Ramírez, secretario de Organización de Nueva Canarias-Bloque Canarista y consejero del Cabildo de Gran Canaria, posa para la entrevista,.

Carmelo Ramírez, secretario de Organización de Nueva Canarias-Bloque Canarista y consejero del Cabildo de Gran Canaria, posa para la entrevista,. / José Carlos Guerra

Una de las entrevistas más divertidas de los últimos años es la que le ha hecho Flora Marimón a Carmelo Ramírez, diminuta reliquia jurásica del romanismo incrustada en el subsuelo del Cabildo de Gran Canaria y además –inverosímilmente – secretario de Organización de Nueva Canarias. Como secretario de Organización, precisamente, Ramírez es el máximo responsable operativo de la ruptura de media docena de fuerzas políticas de ámbito local o vecinal con NC. Por supuesto la reliquia no asume ninguna participación en esta implosión en la que se desintegra más del 40% de los votos a su partido en las elecciones al Cabildo y al Parlamento de Canarias. Los culpables son los otros. El informe son los otros, como dijo otro egregio bajito, Sartre, que no era de Valsequillo. Ramírez se queja casi dolorosamente de lo que han llegado a decir los malandrines que capitanea Teodoro Sosa. Que si Román Rodríguez y él mismo están aferrados a los sillones. Que si no se bajan del coche oficial hace media eternidad. Que son incapaces de apartarse y dejar pasar a nueva gente. Lo de apartarse enfurece particularmente a Ramírez, sin duda porque desde niño le ha costado lo suyo plantarse en el terreno para que no se lo lleve una brisa. Yo creo, sinceramente, que los críticos han sido delicados. No han mencionado los restaurantes de cinco tenedores donde chasqueaba Rodríguez antes de asumir el ayuno intermitente ni los yates de amigos empresarios en los que ha pillado bronce. Tampoco han señalado que durante doce años en el Cabildo grancanario Ramírez no ha hecho absolutamente nada, salvo repartir pedreas solidarias y subvenciones estrambóticas con un dinero que no es suyo. Los críticos han actuado casi caballerosamente. Desde hace más de un año han expresado su malestar por el rigor mortis de una organización liderada por el mismo individuo desde hace veinte años. Cuando por fin los romanistas admiten un congreso extraordinario (adelantándose apenas unos pocos meses al ordinario) el Amado Líder decide que en el comité organizador del mismo no figure nadie de las fuerzas coaligadas a NC. Román Rodríguez, desde luego un político inteligente, avezado y con una testaruda fuerza de voluntad, ha tenido también muchísima suerte, y ha terminado por depositar en su baraka una confianza ciega. Y tan ciega. Va a perder los dos ojos.

Con todo lo más divertido de la entrevista a Ramírez es su exorcismo a Teodoro Sosa. El alcalde de Gáldar es un traidorzuelo y ha intensificado sus esfuerzos en “debilitar” a Nueva Canarias. Lamentablemente no especifica la metodología del endemoniado, aunque deja claro que el diablo que lo ha poseído – espiritualmente – es Fernando Clavijo. ¿Cómo está debilitando a Nueva Canarias Teodoro Sosa? ¿Le echa bromuro al té que se toma en el British Club Pedro Quevedo? ¿Se ha metido en la casa de Esther González y ha colgado espejos cóncavos en todas las estancias? ¿Ha obligado a pasear por las calles de Telde en solitario, a través de la hipnosis, a Carmen Rosa Hernández? ¿Quizás llegó a un acuerdo secreto con Zara Kids, financiado arteramente por CC, para que no le venda una camisa más al propio Ramírez? Y al final la guinda más hilarante. Ramírez afirma que quiere mantener el gobierno insular pero que Sosa – como cabría imaginar – debe abandonar su condición de portavoz de NC-Bloque Canarista porque “ha roto con Nueva Canarias”. Es realmente extraordinario. ¿Por qué entonces debe continuar como presidente del Cabildo de Gran Canaria Antonio Morales? Su partido de origen, Roque Aguayro, también se ha desconectado de Nueva Canarias. Al final Ramírez no va a poder resistirse a liarla. Ni siquiera cabe excluir que manipule el gobierno insular para hacer oposición a los que no supo ni quiso reintegrar como socios políticos en igualdad de derechos. Él será la víctima sufrida y el milimétrico faro de la izquierda. Como siempre.

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