Opinión | RETIRO LO ESCRITO
El PP desaparece en El Hierro

Foto de archivo del presidente del PP en Canarias, Manuel Domínguez (i), saludando en el Parlamento al líder del partido en El Hierro, Juan Manuel García Casañas (d). / EFE/Miguel Barreto
Que tus cargos públicos ignoren la disciplina de partido y pacten con tu principal adversario político puede ocurrir. Que muestren una perfecta indiferencia cuando se les abre un expediente tampoco es demasiado raro. Pero que todos tus concejales del territorio en conflicto –menos uno– se pasen al grupo de no adscritos y tu organización política se vea reducida a cenizas es algo tan impresionante que solo le puede suceder a Juan Manuel García Casañas, que a última hora del martes presentó su dimisión como presidente del Partido Popular en El Hierro. Y se la han admitido. No deja de ser extraño porque, ¿qué otra persona puede reconstruir la situación, aunque sea innegable la torpeza de la que ha hecho gala García Casañas en esta crisis?
Para entender siquiera someramente la estampida –una cosa modesta, tampoco son 100.000 búfalos atravesando las praderas– quizás se deba empezar recordando que el PP no tenía –hasta el pacto con Alpidio Armas en el Cabildo– ni una migaja de poder en El Hierro. En Valverde gobiernan Asamblea Herreña y AHI. En Frontera AHI en solitario. En El Pinar el PSOE. La política herreña es cosa de tres actores (los socialistas y las dos organizaciones asamblearias) y los conservadores han quedado excluidos. Es una situación muy decepcionante cuando tu partido –el PP en este caso– cogobierna en Canarias, con un montón de compañeros en cómodos despachos y con sueldos magníficos. Se comenta –ya se sabe que un pueblo chico deviene un infierno grande– que alcaldes y militantes del PP se dirigieron más de una vez y más de dos a García Casañas para que intercediese ante Manuel Domínguez –mandamás del PP y vicepresidente y consejero de Economía e Industria del Gobierno autónomo– para que tuviera un detalle y colocara a un par de herreños en la estructura del Ejecutivo. García Casañas respondía de vez en cuando con palabras esperanzadoras pero, al final, nada de nada. En esta posición el pacto con el PSOE en El Cabildo les pareció a casi todos la única manera de asomar la cabeza y disponer de un espacio de visibilidad política e institucional antes de las elecciones de mayo de 2027. Un fresco aguacero benéfico e inesperado que había que aprovechar. Por lo demás el flamante vicepresidente del Cabildo, Rubén Armiche, tiene en su contra una multitud de espantosas esculturas que desperdigo por la isla en el pasado (subiendo a Valverde por la carretera pueden horrorizarse con un conjunto escultórico que parece diseñado por un bebedor recurrente de Anís del Mono con fanta limón) pero a su favor cuenta con la simpatía de las bases porque es un hombre dialogante, cordial y afable.
La situación difícilmente será reversible. Algunos militantes y cargos incluso han discutido –y en El Hierro se oye todo– la oportunidad de montar un partido o una agrupación de electores que se quede con los votos del PP o en su momento negocie con Domínguez acudir con listas conjuntas, fragmentando así, más todavía, la política herreña, que siempre ha sido una dinámica personalísima, pero que ahora lo es más que nunca. Una vez rota la Agrupación Herreña Independiente quizás el proceso termine con cada herreño montándose su propio partido, obviamente de naturaleza asamblearia, porque en El Hierro cuanto más personalista es una fuerza política más acendradamente asamblearia se reclama. Por de pronto lo ocurrido con el PP tiene un claro ganador, Alpidio Armas, porque sus nuevos socios, ahora transeúntes sin el paragüas de ningún partido, dependen más de él y su sagrada voluntad. Y un obvio perdedor: el PP de Manuel Domínguez, que muy difícilmente revalidará su escaño en la Cámara regional dentro de año y medio. Una gran oportunidad para que AHI y Asamblea Herreña abran un proceso de convergencia presentando una candidatura unificada que puede obtener dos escaños. El vicepresidente Domínguez, desde sus cómodas vicepresidencialidades, olvidó que las cosas pequeñas no son casi nunca insignificantes y cuando se pierden no suele haber quien las encuentre.
Suscríbete para seguir leyendo
- Con las bicis al parque, no al portal de mi madre': vecinos del Barranquillo Don Zolio protestan por el carril bici
- Ni Madrid ni Cantabria: el mejor bocadillo de calamares está en esta villa de Gran Canaria
- Mogán cierra una octava playa, la de El Perchel, ante la aparición de residuos
- Minerva Alonso: «No vamos a seguir dando el dinero a lo loco para las campañas de promoción de las zonas comerciales abiertas"
- La sangre del héroe Mika y el bisturí de Fuster elevan a la UD Las Palmas (3-1)
- Se da a la fuga tras atropellar a una menor en Gran Canaria
- Los Gestores Administrativos desmontan la alarma sobre VeriFactu y factura electrónica
- Recuerdos de una época dorada: Los mitos de la UD Las Palmas de los 60 y 70, al descubierto en 'Conexión Vintage'
