Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | Ida y vuelta

Alicia Llarena, la excelencia

Alicia Llarena.

Alicia Llarena.

Justo es reconocer que al gobierno regional le han salido bien un par de cosas: el Día de las Escritoras y la Academia Canaria de la Lengua, que actualmente preside Gonzalo Ortega, el terorense catedrático en La Laguna. El Día de las Escritoras y la Academia son propósitos reivindicativos, muy necesarios. Alicia estaba allí, en el escenario del Teatro Guiniguada, participando en un acto sobrio, humilde, bien llevado con los egos controlados. Alicia, que es una mujer suave y discreta, tan aficionada al fútbol y seguidora tan ferviente de la U.D. Las Palmas que hasta la han invitado al palco.

Aquella chica de Mogán maduraba precozmente, cuando era alumna del instituto Alonso Quesada en la clase de Yolanda Arencibia ya escribía versos con poca edad, ella participó en prensa y en algún recital con compañeros que anunciaban una nueva generación literaria. Era atrevida, iba más allá de los programas y las obligaciones habituales. Años más tarde, siendo una joven profesora de la ULPGC, se empeñaba cada verano en volar a México y con sus ahorros permanecía allí durante sus vacaciones para estrechar su conocimiento con una escritora canaria a la que nadie conocía en su tierra natal: Mercedes Pinto. Se entrevistó con mucha gente, siguió los pasos de la tinerfeña, se hizo íntima de sus familiares. Tal ha sido su proyecto de búsqueda durante largo tiempo. Y hoy todo lo que sabemos sobre la ilustre trasterrada se lo debemos a su empeño.

Escritora y catedrática de Literatura Hispanoamericana, la obra de Gabriel García Márquez la deslumbró, encendió su vocación americanista. Ensayista de primer nivel, también es poeta, con una lírica densa: A veces no vienen solas las palabras /hay que ir a buscarlas / a la cumbre/ revolver la pinocha / fajarse en la sequía / caminar descalza en el mar de lava. (Las palabras importantes, en Ediciones La Palma)

Este Día de las Escritoras ha recaído anteriormente en nombres tan excelentes como Isabel Medina, Elsa López, María Teresa de Vega, Cecilia Domínguez, Olga Rivero Jordán o María Joaquina Viera y Clavijo.

Alicia desarrolla su labor docente e investigadora en la ULPGC desde 1987. Desde 2005 es Miembro de Número de la Academia Canaria de la Lengua. Ha sido profesora invitada en Estados Unidos (Standford; Brown; Vanderbilt; The City University of New York), Europa (Università Degli Studi de Milano; La Sorbona; Universität Regensburg; Universidad de Gotemburgo; University of Oslo) España: (Universidades de Salamanca, Navarra, Alicante, Lleida, La Laguna y Granada) Latinoamérica (Universidad Iberoamericana; Universidad Nacional Autónoma de México; El Colegio de México; Autónoma Metropolitana; Autónoma de Puebla; Autónoma de Sinaloa; Universidad de Sonora y Universidad de Tlaxcala en México; Universidad Simón Bolívar y Universidad Central en Venezuela; Universidad de Santa Ana en El Salvador; Universidad de La Habana en Cuba) y ÁFRICA (Universidad Ibn Zohr de Agadir).

En el ámbito de la investigación y la crítica literaria, es autora de más de cien publicaciones, así como de más de una decena de libros. Entre sus obras más destacadas se encuentran ‘Poesía cubana de los años 80’, ‘Realismo mágico y lo real maravilloso: una cuestión de verosimilitud’ ‘Yo soy la novela. Vida y obra de Mercedes Pinto’, ‘Infortunios de Alonso Ramírez’ y ‘Espacio, identidad y literatura en Hispanoamérica’. La novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, marcó su vocación por profundizar en la literatura latinoamericana.

En el acto hubo alguna anécdota simpática, pues la consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura, la lanzaroteña Migdalia Machín Tavío, se empeñaba, una y otra vez, en decir Alicia Llanera, como aquella serie de TV El llanero solitario que era habitual en la TV en décadas pasadas.

En su momento compartimos un viaje a México, país que conoce como la palma de la mano, puede decirse que es su segunda residencia. Y, como dice su gran amiga Berbel, Alicia tiene un currículum a la altura de las mejores universidades europeas. De ahí que este reciente homenaje fuera un acto de estricta justicia, simple preludio de otros.

Tracking Pixel Contents